La Economía Española 1900-1930: Proteccionismo, Industrialización y Gasto Público
Clasificado en Geografía
Escrito el en 
español con un tamaño de 4,04 KB
El Desarrollo Económico Español (1900-1930): Agricultura e Industria
La Transformación Agraria y Demográfica
La agricultura y la transición demográfica están interconectadas, principalmente debido a la mejora en la alimentación. La producción agrícola mejoró significativamente gracias al retroceso del barbecho.
Problemas Estructurales de la Agricultura
Los problemas de la agricultura eran:
- Distribución de la propiedad: Existencia de grandes latifundios y pequeños minifundios.
- Protección de cereales: Mantenimiento de la protección arancelaria.
La protección arancelaria, aunque buscaba el crecimiento, generó un retraso estructural. España era un país eminentemente agrario, pero entre 1900 y 1930 se produjo un desplazamiento poblacional que llegó a igualar e incluso superar el porcentaje de población activa entre el sector primario y los demás sectores. Este movimiento migratorio se dirigió principalmente hacia Barcelona, Madrid y Bilbao.
El Desafío de la Industria y el Proteccionismo
La situación de la industria reflejaba la de la agricultura: España era muy agraria (cerca del 70% de la población activa a finales del siglo XIX), lo que resultaba en una demanda interna muy pequeña. Cuando se habla de industria en España en esta época, se habla principalmente de los hornos de pan; en sectores clave como el hierro y el textil, el país era deficitario y contaba con un mercado estrecho.
La solución adoptada fue la imposición de aranceles a los productos textiles, de hierro y de algodón. Estos aranceles aumentaron progresivamente (1891, 1907, 1924, bajo gobiernos como Cánovas, Villaverde y Primo de Rivera), hasta que en 1927, España se convirtió en el país más proteccionista.
Intervención Estatal e Innovación
A pesar del crecimiento de las ciudades, que generaba una demanda potente, la industria acabó solicitando ayuda estatal.
Legislación de Fomento Industrial
- 1907: Ley de Fomento Industrial Nacional: Establecía la obligatoriedad del Estado a consumir prioritariamente productos fabricados dentro del país.
- 1917: Ley de Auxilio a Industrias Nuevas: Otorgaba ventajas fiscales y facilitaba el crédito a las industrias de reciente creación (lo que impulsó la creación de bancos).
La electricidad fue una innovación crucial, ya que permitió suplir el carbón, que era de mala calidad y muy caro. La electricidad desarrolló la ciudad, transformó el modo de trabajo industrial y otorgó libertad de localización a las fábricas. Esta, junto al automóvil, representó una de las grandes innovaciones de la época.
Gasto Público y Financiación (1923-1930)
Pese a estas innovaciones, la industria no creció lo suficiente, por lo que se recurrió al gasto público, aunque el conjunto de estas inversiones no superaba el 9% del PIB. Los impuestos que el Estado recaudaba ayudaban a mitigar la inflación, pero eran insuficientes.
Debido a la escasez del gasto público, fue necesario focalizarlo. Primo de Rivera impulsó programas muy potentes de inversión en ferrocarriles, aeronáutica y presas (inversión en gran industria) que se suponía tenían una fuerte capacidad de arrastre económico.
Dado que España no generaba suficientes ingresos para el Estado, se intentó una reforma del sistema tributario. Se eligió a Calvo Sotelo para llevarla a cabo, pero la reforma fiscal fracasó en 1927. El mayor crecimiento económico se dio entre 1923 y 1928, tras lo cual la economía comenzó a ralentizarse.