La Economía Franquista: Autarquía y Transición hacia la Liberalización en España (1940-1959)

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La Autarquía Franquista (1940-1951): Un Modelo de Aislamiento Económico

La economía franquista entre 1940 y 1951 siguió una práctica económica autárquica, adoptando un modelo de inspiración fascista. La autarquía no fue un modelo económico impuesto por las circunstancias de la posguerra o el contexto internacional, sino que siguió unas directrices políticas claras, asumidas por la clase dirigente del momento y, en particular, por Franco.

Características de la Autarquía

La autarquía pretendía la autosuficiencia y el fin de las importaciones. Sin embargo, España no podía prescindir de productos básicos como el petróleo, el caucho o el algodón.

Cabe destacar el dirigismo estatal a través de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT), que dio preferencia a la agricultura debido a la escasez de alimentos. Se puso fin a la reforma agraria republicana, devolviendo la tierra a los anteriores propietarios. El país se ruralizó, y la falta de abonos y maquinaria no estimuló la producción.

La autarquía obligó a racionar los alimentos, lo que dio lugar a un floreciente mercado negro.

La Industria bajo la Autarquía

La industria de sustitución de importaciones dio lugar a productos de baja calidad y a la ausencia de equipamiento tecnificado. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), que cubrió el vacío industrial e intervino en el proceso de autarquía ante la imposibilidad de la iniciativa privada para crear industrias.

El INI abarcó industrias clave como la militar, de transportes, eléctrica y siderúrgica. Se produjo la nacionalización de los ferrocarriles, y las exportaciones, como la de wolframio, fueron estratégicas pero limitadas por el contexto de aislamiento.

El Agotamiento de la Autarquía y la Transición (1951-1959)

La autarquía económica dio lugar a una España estancada y aislada. El agotamiento de este modelo se manifestó a través de conflictos y huelgas durante el bienio (periodo que precedió al Plan de Estabilización). Se hizo más necesaria la mutación de un sistema intervencionista hacia pautas liberalizadoras. Durante este periodo, se puso de manifiesto la represión del régimen y la falta de libertades básicas.

Crisis y Malestar Social

Los obreros realizaron reivindicaciones salariales debido al congelamiento salarial y el incremento del coste de vida. Las huelgas obreras en Navarra, País Vasco y Cataluña adoptaron fórmulas organizativas a través de comisiones, utilizando el Sindicato Vertical de forma legal para sus demandas.

A estos conflictos se unieron desórdenes universitarios que representaron el malestar interno de la población. La revuelta estudiantil se convirtió en una nueva forma de oposición al régimen, rechazando la falta de libertad.

Cambio Político y Nuevas Élites

Como consecuencia de este malestar, se produjo una liberalización política y una remodelación gubernamental que supuso el alejamiento definitivo de la Falange a favor de las nuevas élites: los tecnócratas. Esta élite, experta en administración financiera, estaba interesada en el liberalismo económico.

Hacia la Liberalización Económica: El Plan de Estabilización de 1959

Las primeras medidas liberalizadoras se implementaron en 1959, junto con los Planes de Desarrollo.

Objetivos y Medidas del Plan de Estabilización

El Plan de Estabilización tenía como objetivo principal alcanzar la estabilidad económica. Sus medidas clave incluyeron:

  • La regulación del gasto del Estado con una reforma fiscal.
  • La congelación salarial.
  • La flexibilización de los precios acorde con la oferta y la demanda.
  • La eliminación de las fluctuaciones del empleo.

De esta forma, se produjo un superávit comercial y un desarrollo que significó el fin de la autarquía, aunque el régimen siguió interviniendo en la economía.

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