Eduardo Chillida y Agustín Ibarrola: Maestros de la Escultura y el Arte en la Naturaleza
Clasificado en Plástica y Educación Artística
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Eduardo Chillida: Un Pionero de la Escultura Moderna
Eduardo Chillida fue un destacado escultor vasco, reconocido por sus innovadoras obras en hierro y hormigón. Su trayectoria artística estuvo profundamente influenciada por figuras como Jorge Oteiza, y continuó la rica tradición escultórica iniciada por Julio González y Pablo Picasso.
El trabajo de Chillida con el hierro comenzó en la fragua, donde dio vida a sus primeras esculturas. En ellas, ya se manifestaba un marcado entusiasmo por la introducción de espacios abiertos, alejándose de la mera imitación de la naturaleza para abrazar la creación y la invención.
La Obra de Chillida: Un Diálogo con el Espacio y la Materia
- Chillida concebía sus esculturas como dibujos en el espacio, cuestionando constantemente conceptos como el espacio, el tiempo, la geometría, el vacío, la tierra, el papel, el hierro, el mar y la luz.
- Su obra se caracteriza por una profunda exploración de la materia, buscando comprender las leyes naturales y las posibilidades expresivas inherentes a cada material. El continuo cuestionamiento del espacio y el tiempo es una constante en su producción.
- Influenciado por los arcaísmos primitivos, Chillida otorgaba gran importancia a la masa, al igual que Constantin Brancusi, y a la potencia volumétrica. Seguía el espíritu totémico de la escultura, en sintonía con la visión de Oteiza.
Materiales y Obras Emblemáticas
Inicialmente, Chillida trabajó predominantemente con hierro, pero con el tiempo incorporó otros materiales como la madera, el hormigón, el acero, la piedra y el alabastro. También experimentó con el collage, y ante la dificultad de pegar los elementos, optó por atarlos.
Obras Destacadas:
- “Peine del Viento” y “El elogio del Horizonte”: Concebida como un monolito, esta escultura envuelve y es contenida por el espacio, transmitiendo una notable sensación de ligereza a pesar de su materialidad.
- “Montaña Tindaya”: Pensada como un templo, Chillida exploró el interior oculto de esta montaña, creando un espacio que se comunica con el sol, la luna y el horizonte.
Agustín Ibarrola: Naturaleza, Geometría y Compromiso Social
Agustín Ibarrola es otro influyente pintor y escultor vasco, cuya obra muestra una fuerte influencia de Jorge Oteiza, especialmente en el análisis del espacio y en una mentalidad de creación artística colectiva.
Tras trasladarse a París, Ibarrola conoció a otros contemporáneos españoles, con quienes fundó el “Equipo 57”. En esta misma etapa, descubrió la técnica del grabado y se unió al movimiento “Estampa Popular” del País Vasco, desarrollando su época constructivista.
En la década de 1960, su compromiso político le llevó a ser encarcelado por sus ideas comunistas.
Arte en Intervención con la Naturaleza
En años posteriores, Ibarrola se centró en obras pictóricas y escultóricas de gran formato, interviniendo directamente en la naturaleza.
Ejemplos de su Obra:
- “Bosque de Oma” (Euskadi): Un claro ejemplo de su tendencia a trasladar el arte fuera de los museos, utilizando la naturaleza como lienzo. Esta práctica se conoce como land art.
- “Bosque de tótems” (cerca de Gernika): Busca establecer un vínculo entre el ser humano y la naturaleza. Ibarrola considera el paisaje como una obra humana, una geometría moldeada a lo largo de la historia. Esta obra, realizada con traviesas de ferrocarril de RENFE, profundiza en el carácter totémico, entendiendo el tótem como un objeto natural que actúa como emblema protector en ciertas creencias.
- “Intervención en Allariz”: Reflexiona sobre el mundo cultural celta, estableciendo una relación entre la cultura contemporánea y la milenaria del País Vasco.
- “Los cubos de la memoria” (Asturias): Una obra de gran impacto por sus dimensiones y originalidad, donde pintó los bloques de hormigón de la entrada del puerto.
En resumen, Ibarrola pinta sobre árboles y rocas para conectar con su entorno. Su técnica de aplicación del color y el dibujo se adapta a las cavidades y volúmenes de las superficies naturales, creando un diálogo único entre el arte y el paisaje.