Educación Inclusiva: Estrategias para Fomentar la Participación y Superar Obstáculos
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Hacia Escuelas Verdaderamente Inclusivas
Desde las escuelas inclusivas, en la escuela secundaria, observamos a alumnos sentados en fila, dos en cada mesa, con su libro de texto. En el patio, el profesor, antes de dar la clase, pregunta qué saben del tema; esta es una táctica para calentar la clase. Los conocimientos e ideas ya están presentes en el contexto de los estudiantes. Sin embargo, los problemas del enfoque inclusivo a menudo no se implementan debido a factores como el abultado número de alumnos y los extensos horarios de clase, lo que hace que sea inevitable enfrentar desafíos.
En la escuela para todos, la inclusión no se consigue trasplantando el pensamiento y la práctica de la educación especial a contextos de educación ordinaria. Hace falta personalizar el aprendizaje en vez de individualizar la lección. Los docentes correspondientes crean pautas de ambiente para fines determinados, y estas pautas se diseñan a través de un proceso continuo. Esta planificación es llevada a cabo por los docentes en segundo plano, y la clase se desarrolla con el ánimo de los estudiantes. Estas prácticas, junto con el Proyecto IQUEA, desarrollan en las escuelas condiciones de organización que propician el diálogo sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje y permiten poner en común las experiencias de planificación de clase.
Del Examen de Obstáculos a la Participación Plena
El enfoque de inclusión que se adopta implica un proceso de incremento de la participación de los alumnos en el currículo, la cultura y las comunidades escolares.
Estrategias para Reducir la Exclusión
Existen diversas influencias que pueden generar exclusión. Una de ellas es agrupar a los alumnos por capacidades, lo que, si bien puede parecer que facilita la planificación de la clase para la profesora, a menudo limita la interacción y el aprendizaje diverso. Retar a un niño que no hizo su tarea desalienta la participación, el aprendizaje y reduce las expectativas. El objetivo del asesor es estimular al profesorado a examinar minuciosamente sus prácticas con el fin de descubrir posibles obstáculos a la participación. El hecho de que haya tutores que se preocupen de determinados niños también puede ser excluyente si no se gestiona adecuadamente.
Los ayudantes pueden servir como apoyo social, pero también pueden convertirse en un obstáculo entre ciertos alumnos y sus compañeros si agrupan a los alumnos de tal manera que estos tiendan a acudir al ayudante más que al profesor.
El Rol del Personal de Apoyo en la Inclusión
Es preferible un ayudante que actúe como intermediario de la comunicación y que se preocupe de tareas señaladas, permitiendo al maestro mantener su responsabilidad principal. Si el ayudante se encarga de todos los problemas de los alumnos, la existencia de personal de apoyo puede obviar la posibilidad de que las demandas de estos niños obliguen a pensar en cómo modificar la práctica para facilitar el aprendizaje. Lo ideal es que la maestra trabaje con un grupo de alumnos y el ayudante apoye.
Para una integración efectiva de los ayudantes de apoyo al aprendizaje, es fundamental:
- Dejar claras sus funciones y responsabilidades.
- Incluirlos en el sistema de comunicación de la escuela y hacérselo comprender.
- Contemplarlos como un elemento más de la oferta educativa de la escuela.
- Incluirlos en el equipo de trabajo.
- Animarles a que utilicen sus destrezas personales y profesionales.
- Apoyar el desarrollo de sus destrezas profesionales.
Utilización de Recursos y Aprendizaje Cooperativo
Se deben crear condiciones cooperativas y de máxima participación. Cuando el profesor sabe planificar la clase y gestionar el funcionamiento del aprendizaje en modo cooperativo, este funcionamiento tiene resultados positivos. Para lograr incluir elementos en experiencias de pequeños grupos, se deben considerar los siguientes principios:
- Interdependencia Positiva: Todos los miembros del grupo se sienten mutuamente conectados para la consecución de un objetivo común, lo cual es esencial para el éxito.
- Responsabilidad Individual: Cada miembro tiene la responsabilidad de demostrar sus aportaciones y aprendizaje.
- Interacción Cara a Cara: Los miembros del grupo se encuentran próximos y mantienen un diálogo que promueve el progreso en común.
- Habilidades Sociales: Se utilizan destrezas de interacción que hacen que los grupos funcionen con eficacia.
- Seguimiento del Proceso: Los miembros del grupo valoran sus esfuerzos de colaboración y la mejora en la consecución de sus objetivos.