Educación, Orientación y Tutoría: Modelos Teóricos y Áreas de Intervención

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Relación entre Educación, Orientación y Tutoría

La familia, como primer agente educativo, precede a la escuela en la educación del alumno. Posteriormente, la escuela asume parte de esta responsabilidad, la cual se distribuye entre los contextos más influyentes: familia y escuela. La orientación y la acción tutorial se entienden como una dimensión de la educación. La educación integral busca el máximo desarrollo de todas las capacidades del alumno. Desde un enfoque educativo integral, la función tutorial y orientadora forman parte de la función docente y se complementan en el currículo, constituyendo un elemento básico para el desarrollo. Todo profesor está implicado en la acción tutorial y orientadora, una práctica que se ha venido realizando desde hace años.

Dimensiones de la Orientación

Podemos clasificar tres dimensiones:

  • Dimensión Instructiva: El orientador busca promover el cambio, asumiendo que el alumno desea aprender. Se compone de:
    • Componente estructural: Habilidades y estrategias del repertorio profesional de los orientadores.
    • Componente intencional: Regula la actividad de los sujetos de la orientación.
    • Componente funcional: Facilita un cambio evidente. La instrucción se utiliza para alcanzar objetivos.

Ser educador implica la responsabilidad de favorecer el desarrollo óptimo de los alumnos durante la escolarización obligatoria. La escuela atiende diversos ámbitos de la personalidad del alumno, buscando potenciar sus fortalezas. Todas las leyes promulgadas atribuyen al educador la responsabilidad de la función tutorial y docente.

Niveles de la Tutoría

La estructura de la tutoría en el centro escolar tiene tres niveles:

  1. Nivel externo: Equipos psicopedagógicos interdisciplinares que atienden demandas especiales.
  2. Departamento de orientación: Integrado en el centro, con carácter colegiado, atiende la función tutorial.
  3. Atención personal: El profesor-tutor, en cooperación con la familia y el profesorado, atiende esta función, especialmente para alumnos con necesidades específicas.

El proyecto educativo del centro concreta el modelo de acción tutorial, que se relaciona directamente con el sujeto a través de un “Plan de Acción Tutorial” (PAT). Este debe ser:

  • Cooperativo: Aglutina la acción educadora de distintos agentes.
  • Compartido: Coordina y otorga responsabilidades en la planificación.
  • Dinamizador: Genera una actuación educativa cercana a las necesidades de los alumnos.

Un PAT permite personalizar la enseñanza, responder a las necesidades, contextualizar la enseñanza, orientar en la toma de decisiones y prever decisiones de aprendizaje. El tutor establece una red de relaciones con los alumnos, el profesorado, la familia y la estructura del centro.

Modelos Teóricos

Existencialismo

Busca que el sujeto sea consciente de su responsabilidad, desarrollando su capacidad de ser responsable. En el contexto escolar, es fundamental la formación de actitudes y la reflexión sobre estas. Se busca la formación integral del alumno. El objetivo esencial de la existencia es la realización del sentido de la vida, alcanzado a través de la transmisión de valores, el camino hacia la plenitud humana. La actitud ante la vida es fundamental. Se pretende tener un ‘por qué’ para pasar al ‘cómo’. Es crucial formar a los alumnos en valores, usando cuentos que les hagan reflexionar, indicándoles qué puede guiarles en su vida, sus ideales y un fin por el que luchar. La terapia de la Gestalt de Perls se centra en el ‘darse cuenta’ de uno mismo y de los diversos aspectos que nos caracterizan. La toma de conciencia conduce a la autorregulación del organismo. La Gestalt busca reestructurar el equilibrio de la persona. La aceptación es fundamental para el crecimiento personal y nos permite asumir una función en la vida. Debemos impulsar al individuo a conocerse a sí mismo para que asuma sus responsabilidades y establezca su personalidad.

Conductismo

Sostiene que las conductas problema son aprendidas. Tras el condicionamiento clásico de Pavlov, el aprendizaje por ensayo y error de Thorndike y el condicionamiento operante de Skinner, autores como Patterson y Ackerman propusieron teorías para modificar la conducta controlando los refuerzos asociados. Ackerman destaca cuatro pasos:

  1. Identificar la conducta a eliminar.
  2. Identificar los reforzadores que la mantienen.
  3. Eliminar sistemáticamente dichos reforzadores.
  4. Enseñar conductas nuevas y deseables reforzadas positivamente.

Algunas técnicas utilizadas son:

  • El refuerzo con fichas: Reforzar comportamientos deseados con factores intercambiables por reforzadores.
  • El coste de respuesta: Un comportamiento no deseado ocasiona la pérdida de puntos.
  • La modelación: Desarrollar progresivamente comportamientos deseados mediante reforzadores.
  • Contratos de contingencia: Acuerdos para desarrollar conductas que serán gratificadas.
  • Desensibilización sistemática.

Teorías Integradoras

A lo largo de la historia, ha habido intentos de integrar diferentes aportaciones teóricas y metodológicas. Tyler y Goldfried sostienen que un solo método no es suficiente para una intervención orientadora eficaz. Destacan la importancia del desarrollo personal, la autoexploración, la autoaceptación del cliente y la empatía, el respeto y la autenticidad del orientador.

Aprendizaje Social

Según esta teoría, el aprendizaje social de conductas ocurre en un marco social. Los niños aprenden normas de conducta a través de las reacciones de los demás ante sus actos y adquieren modelos de comportamiento por observación. También se llama imitación o modelado. Su mayor representante es Bandura. Un ejemplo es hacer un ejercicio en la pizarra para que los demás aprendan el procedimiento por observación. Otro ejemplo es que si un niño contesta al profesor y este no le dice nada, los demás harán lo mismo, al observar una conducta no castigada y, por tanto, aceptada. Dentro de esta teoría, encontramos la teoría del aprendizaje social o vicario de Bandura, que afirma que el ambiente causa el comportamiento, pero también el comportamiento causa el ambiente. También encontramos la Teoría del locus de control de Rotter, que se refiere a las creencias sobre las relaciones entre el comportamiento y las consecuencias (premios o castigos). El control puede ser:

  • Interno: Refuerzos percibidos como resultado de la propia conducta.
  • Externo: Refuerzos como resultado de la suerte o el destino.

Modelo Clínico

El Modelo Clínico, o “Counseling”, impulsado por Carl Rogers, se centra en la persona y no en el problema. Es un modelo de relación de ayuda que utiliza la relación y la comunicación para desarrollar el autoconocimiento y la aceptación. Se ayuda a los clientes a centrarse en los problemas mediante la entrevista y otras técnicas. La intervención es directa e individualizada. La entrevista en relación de ayuda requiere que el entrevistador sea puntual, prepare la entrevista, trate al entrevistado con cordialidad, haga preguntas claras y concretas, evitando un interrogatorio.

Principales Distorsiones Cognitivas

Entre las principales distorsiones cognitivas encontramos:

  • Etiquetación: Catalogar de forma simplista y rígida a partir de un detalle aislado.
  • Filtro mental: Atender solo a lo que queremos, centrándonos en un detalle sin considerar el contexto.

Estas y otras distorsiones deben evitarse, ya que son errores en la entrevista. Es una relación entre personas con distinto estatus (orientador-cliente). Según Bisquerra, este modelo tiene 4 fases:

  1. Inicio y estructuración de la relación de ayuda.
  2. Exploración: diagnóstico.
  3. Tratamiento en función del diagnóstico.
  4. Seguimiento y evaluación.

Es una intervención directa, individual, normalmente externa y reactiva. Ejemplo: una entrevista.

Modelo de Programas

El Modelo de Programas es una actividad preventiva, evolutiva, educativa o remedial, planificada sistemáticamente y aplicada por profesionales de forma colaborativa, para lograr objetivos en respuesta a necesidades detectadas en un grupo dentro de un contexto. Es una intervención grupal, proactiva, que detecta necesidades y no problemas a priori. Todo programa debe:

  • Identificar necesidades.
  • Dirigirse al logro de objetivos.
  • Planificar la actividad previamente.
  • Evaluar la actividad.

Se basa en 4 premisas:

  1. Características similares a otros programas educativos.
  2. Comprensivo.
  3. Preventivo.
  4. Trabajo en equipo.

A diferencia del modelo clínico, que busca el crecimiento personal, este modelo busca que la educación tenga un carácter educativo y social, con compromisos del centro, la presencia de un orientador y tiempos de intervención prefijados. Debe ser comprensivo y preventivo. Este modelo tiene 4 fases:

  1. Evaluación de las necesidades.
  2. Diseño de programas.
  3. Ejecución y resultados.
  4. Evaluación.

Es preferentemente directa, grupal, interna y proactiva.

Modelo de Consulta

El Modelo de Consulta es la relación entre dos profesionales de diferentes campos: un consultor (orientador) y un consultante (profesor, familia), que plantean actividades para asesorar a una tercera persona o institución. Es una intervención indirecta: consultor → consultante → cliente. Solo en excepciones el consultor actúa directamente, cuando el consultante no está preparado tras recibir ayuda. Es una relación tríadica consultor-consultante-cliente. El consultante acude al consultor por una consulta que afecta su relación con el cliente. El consultor no contacta directamente con el cliente, salvo excepciones, pero supervisa el proceso. Su finalidad es ayudar profesionalmente a los agentes o a la institución. Se lleva a cabo una estrategia de intervención y formación.

Fases del Modelo de Consulta

Este modelo añade dos fases a las del modelo clínico, sumando un total de 6:

  1. Establecer relación entre consultor y consultante.
  2. Analizar la situación y clasificar el problema.
  3. Explorar alternativas.
  4. Establecer planes de acción.
  5. El consultante pone en práctica los planes con los destinatarios.
  6. Evaluación de la puesta en práctica del plan de acción.

Es indirecta, preferentemente grupal, interna y reactiva. El modelo de consulta es una relación directa entre profesionales con estatus similares que se aceptan y respetan, mientras que el modelo clínico es entre personas de diferente estatus. El modelo de consulta es individual y grupal, mientras que el clínico es solo individual. Ambos son reactivos, aparecen tras un problema. Se recomienda una práctica colaborativa para obtener resultados más satisfactorios.

Área de Atención a la Diversidad

La diversidad es una cualidad intrínseca al ser humano, ya que todas las personas somos diferentes. Esta diversidad puede deberse a aspectos sociales (nivel socioeconómico), personales (color de piel) o psicológicos (conocimientos previos). La escuela de la segregación ha dado paso a la escuela de la integración, que rechaza la idea de dos grupos de estudiantes: “deficientes” y “no deficientes”, “diferentes” o discapacitados y de altas capacidades. La postura ante la diversidad es más importante que poseer una técnica para tratarla, siendo mejor una actitud favorable del docente hacia la diversidad en el aula. Es importante formar estas actitudes y que la diversidad esté presente en el currículo de los futuros orientadores.

Medidas de Atención a la Diversidad

Hoy en día, se debe plantear un currículo de NEE (Necesidades Educativas Especiales).

Medidas generales

Se aplican de forma normal a alumnos en un momento determinado. Son estrategias de organización y cada centro debe realizar modificaciones para adaptarlas. Incluyen los niveles de concreción curricular:

  1. Diseño Curricular Base: Define los objetivos generales de cada etapa educativa, los contenidos y objetivos de cada área de conocimiento y los criterios de evaluación.
  2. Proyecto Curricular de Centro (PCC): Elaborado por los equipos docentes de cada centro, implica la adaptación de la propuesta curricular de la Administración (nivel 1) a las características del centro y del alumnado.
  3. Programación de aula o unidad didáctica: Define la planificación de una secuencia de aprendizaje. Es competencia de cada profesor.
  4. Adaptación del currículo: Para alumnado con necesidades educativas especiales, ya sean alumnos con PTI 1 o 2.

Medidas específicas

Abordan medidas individuales para responder a las necesidades educativas específicas del alumnado. Se toman cuando se agotan las medidas ordinarias. Ejemplos:

  • Adaptaciones curriculares significativas.
  • Adaptaciones curriculares de acceso.
  • Flexibilización para alumnos con necesidades educativas específicas por superdotación intelectual.
  • Grupos de apoyo en compensatoria para alumnado con desfase escolar significativo (dos o más cursos de diferencia).
  • Aulas de enlace para alumnos con desconocimiento de la lengua española o con grandes carencias en conocimientos básicos.
  • Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario (SAED).
  • Hospital de día.

Otras medidas incluyen:

  • Refuerzo educativo: Atender dificultades personales de un alumno en un momento concreto.
  • Orientación y tutoría: Seguimiento personalizado para que el estudiante integre conocimientos, actitudes y valores para superar obstáculos.
  • Permanencia de un año más en un curso: Cuando el alumno no está en condiciones de adquirir los conocimientos mínimos.
  • Optatividad: Para que cada alumno elija las materias más apropiadas para su futuro.

Tipos de Adaptaciones Curriculares

Adaptaciones curriculares significativas

Se realizan para alumnado con necesidades especiales y modifican o suprimen elementos prescriptivos del currículo (objetivos, contenidos, evaluación). Los responsables son los profesores de cada materia. Al aplicarse, se elabora un documento individual de adaptación curricular (DIAC).

Adaptaciones curriculares NO significativas

Modifican elementos no prescriptivos del currículo, como tiempos, actividades o metodología. Pueden incluir pequeñas variaciones en los contenidos, sin implicar un desfase de más de un ciclo escolar.

Área de Desarrollo Personal y Social

Esta área, también llamada área de orientación para la prevención y el desarrollo personal, se encarga de actuar para prevenir la aparición de problemas. Encontramos tres niveles:

  • Prevención primaria: Auténtica intervención ‘ante factum’, prevenir en su sentido más amplio. El objetivo es evitar la aparición de un problema.
  • Prevención secundaria: Descubrir y acabar con un problema o trastorno, o remediarlo parcialmente. Diagnóstico precoz, atención inmediata.
  • Prevención terciaria: Retener o retardar la evolución de un trastorno o problema, atenuando las consecuencias.

Esta área surge en los años 60 y se difunde en los 70 por la necesidad de tratar aspectos de prevención como el SIDA o los embarazos no deseados. Implica creer que el desarrollo humano (personal) es el fin de la educación y la orientación. Trata áreas como autoestima y educación emocional.

Habilidades para la Vida (LifeSkills)

Son elementos necesarios para la toma de decisiones, afrontar riesgos o situaciones problemáticas, desarrollar el potencial humano y disfrutar de una vida social e individual exitosa. Estas habilidades incluyen:

  • Habilidades sociales e interpersonales: comunicación, agresividad, empatía.
  • Habilidades cognitivas: toma de decisiones, pensamiento crítico.
  • Habilidades para manejar emociones: estrés, control interno.

Dentro de estas, encontramos las habilidades sociales. Su desarrollo ayuda al sujeto en cuatro áreas: aprender a ser, aprender a convivir, aprender a conocer y aprender a hacer. Se aprenden por observación, incluyen comportamientos verbales y no verbales, y su práctica está influida por el medio. Se pueden clasificar de diversas formas:

Una primera clasificación incluye:

  • Capacidad de decir no.
  • Capacidad de pedir favores.
  • Capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos.
  • Capacidad de iniciar y continuar conversaciones.

Posteriormente, se hizo otra clasificación:

  • Iniciación de las habilidades sociales: atender, saludar, dar las gracias.
  • Habilidades sociales avanzadas: pedir ayuda, discutir.
  • Habilidades para manejar sentimientos: manejar el miedo, conocer los sentimientos propios.
  • Habilidades alternativas a la agresión: pedir permiso, ayudar a los otros, negociar.
  • Habilidades para el manejo del estrés: exponer una queja, dar una negativa.
  • Habilidades de planificación: decidir qué hacer sobre algo, decir qué causó un problema.

Todas se recogen en habilidades de pensamiento, comunicación e interpersonales y de autonomía. Toda la educación debe ser educación en valores, ya que el objetivo final es no solo enseñar contenidos del currículo, sino formar ciudadanos responsables desarrollados íntegramente.

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