Educación Transformadora: Paisaje, Tiempo Social e Histórico en el Desarrollo Cognitivo Infantil

Clasificado en Psicología y Sociología

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El Paisaje como Recurso Educativo

El paisaje es un recurso valioso para que los alumnos aprendan a observar y valorar el espacio que les rodea. El gran reto de la educación en el paisaje es conseguir que este sea algo vivido y experimentado por los alumnos, algo que sientan como suyo y que comprometa su actitud como ciudadanos. Dominguez destaca el valor educativo que el estudio del medio aporta, al favorecer la consecución de aprendizajes significativos. Además, es muy motivador para el alumno, ya que constituye un medio activo en el que el estudiante tiene protagonismo en todas las fases del aprendizaje.

Es importante que los alumnos sean capaces de reconocer la constante interacción entre el medio natural y la acción humana, tanto en España como en el resto del mundo. Será preciso que analicen ejemplos relevantes de paisajes geográficos que ilustren los condicionamientos y posibilidades que ofrece el medio para la vida humana. A menudo, el paisaje está muy estereotipado; los alumnos asocian tejados viejos a los pueblos y nuevos a las ciudades.

Para que valoren el paisaje, deben tener experiencias positivas con la naturaleza. Es fundamental que este sea el escenario de actividades de ocio, deporte y juego.

El Sentido Social del Tiempo

Según Koselleck, hay dos formas de mostrar el paso del tiempo:

  • La forma lineal: ya sea teológicamente (es decir, hacia un fin determinado) o bien un futuro abierto.
  • La forma recurrente y circular: que se sucede cada cierto tiempo y de la misma forma.

Tiempo Cronológico

Es previo y necesario para la construcción del tiempo social o histórico. Se refiere a las unidades de medida como las horas, días, meses, años, siglos, etc. El tiempo cronológico también procede de una construcción social de la realidad; es el “tiempo civil”.

El tiempo actual es mensurable y abstracto; su medición es meramente social.

Tiempo Histórico

La diferencia entre el tiempo cronológico y el histórico radica en que el primero ordena los acontecimientos, mientras que el segundo explica los cambios en la sociedad. Para comprender esta cuestión, no es suficiente solo colocar cronológicamente los hechos en el pasado, sino que hay que interrelacionar esa sucesión de hechos con los ritmos, la duración, los cambios y permanencias, la simultaneidad y las estructuras sociales.

El aburrimiento que sufren los alumnos se debe a la insistencia de muchos profesores en olvidar la complejidad del tiempo histórico y basar la enseñanza de la historia en el dominio absoluto del tiempo cronológico. Este dominio traslada una imagen estática de la historia, un saber cerrado y poco práctico.

El tiempo histórico busca la explicación de los fenómenos sociales y observa los movimientos, ritmos y cambios en dichos acontecimientos.

Problemas en la Enseñanza del Tiempo: Etapas de Hannon

Hannon describe los límites de la mente del niño respecto a la percepción de la temporalidad a través de tres etapas:

  1. Tiempo Vivido

    Edad: 5-8 años. Corresponde con las vivencias directas del sujeto y permite que, a los 8 años, se consiga la noción del pasado. El niño toma conciencia de sus necesidades y de la repetición de las mismas, dando lugar al tiempo personal o vivido. La experiencia del tiempo vivido será el primer acercamiento del niño a las categorías temporales. Los ritmos biológicos se convertirán en perceptivos para que se transformen en sociales, caracterizados por frecuencia y regularidad.

  2. Tiempo Percibido

    Edad: 9-11 años. Se basa en experiencias y duraciones asociadas al espacio. A los 11 años, se puede adquirir una comprensión apropiada del sistema de medición del tiempo. Existe un antes y un después con tres categorías: presente, pasado y futuro. El tiempo ya no está estructurado según la repetición de sus acontecimientos en el orden sucesivo de las cosas. El niño irá pasando de ser un punto de referencia subjetivo a reconocer que cualquier momento del tiempo puede servir como punto de referencia temporal. Las tres categorías clave en esta etapa son: sucesión, simultaneidad y duración.

  3. Tiempo Concebido

    Edad: 12-14 años. Se prescinde de referencias concretas. A los trece años, se percibe la dinámica de algunas líneas de evolución cronológica, y hacia los 16 años se consigue la madurez para la comprensión del tiempo histórico.

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