Educación en Valores a través de la Literatura: Descubriendo la Ética en la Estética
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La lectura y la creación de valores van de la mano. Al primar lo estético en la literatura, se infieren valores interculturales. En una sociedad intercultural como la nuestra, donde diversas culturas conviven en un mosaico de experiencias, es fundamental formar individuos tolerantes y respetuosos.
El Poder de la Lectura Crítica
¿Cómo podemos fomentar estos valores? La respuesta está en la educación literaria, utilizando textos de calidad que transmitan valores de forma implícita. Los lectores, a través de la lectura crítica, podrán descubrir estos valores por sí mismos.
Sánchez Corral afirma: “Primando lo estético se infieren los valores”. Esto significa que, al comenzar por la experiencia estética, se deducen los valores implícitos. En lugar de imponer máximas morales, se debe permitir que los lectores disfruten de la historia y, a través de la reflexión, lleguen a sus propias conclusiones. No se trata de dar la moraleja, sino de que cada lector extraiga sus propias enseñanzas.
Las Tres Funciones de la Literatura en la Creación de Valores
Además de la función estética o lúdica (el placer de la literatura) y la crítica o de reflexión (que combate el pensamiento único y fomenta la reflexión personal), existe una tercera función de la literatura en relación con la creación de valores: la función de compromiso, responsabilidad e implicación emocional con el mensaje.
En esta lectura de compromiso y responsabilidad, el lector disfruta de la historia y empatiza con el protagonista. Se percibe la crítica social y se despierta la conciencia. Por ejemplo, en el cuento de la cerillera, la situación de la niña nos conmueve y empatizamos porque refleja situaciones reales. Al ponernos en su lugar, leyendo con empatía, nos convertimos en ciudadanos más comprometidos. Cuanto más leemos, más conscientes somos de las realidades sociales.
La Lectura: Un Camino hacia la Conciencia Social
En conclusión, la lectura no solo proporciona placer estético, sino que también nos educa en valores, fomenta la reflexión crítica y nos convierte en ciudadanos más comprometidos y responsables.