Ejercicios de coherencia y cohesión textual
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.- Relaciona los contenidos que el alumno tiene que dominar de la expresión escrita con las actividades didácticas a realizar para poder conseguirlo. Razónalo.
Vamos a hacer una síntesis del esquema donde se relacionan los contenidos de esta habilidad con las actividades didácticas que se pueden realizar y con ello debemos tener en cuenta las siguientes cuestiones:
Las unidades lingüísticas menores (palabra y frase) se relacionan sobre todo con los contenidos gramaticales, mientras que las demás propiedades textuales deben trabajarse forzosamente a niveles más globales (párrafo, texto). Es imposible trabajar la coherencia o la cohesión con frases sueltas. Por lo tanto, en la clase de lengua conviene combinar y equilibrar el trabajo de las diversas unidades.
La distinción entre las actividades intensivas/extensivas es sólo funcional y práctica. Las intensivas son ejercicios de duración corta (una hora, una clase o incluso menos tiempo), analíticos y centrados en aspectos concretos y locales del texto (ortografía, una propiedad textual, etc.); las extensivas son propuestas más largas (2 o más clases, semanas, meses, un curso), globales y centradas en el proceso completo de producción de textos.
Las primeras son más útiles para desarrollar los conceptos y algunos procedimientos concretos (generar, hacer esquemas, etc.) En cambio, las segundas son mucho más efectivas a largo plazo, ya que fomentan nuevos hábitos de composición, crean motivación o desarrollan actitudes positivas hacia la cultura escrita. Los tradicionales ejercicios intensivos de dictado, llenar espacios en blanco, redacción o corrección, que a menudo tienen un carácter básicamente ortográfico, pueden utilizarse de maneras más creativas. Podemos hablar de redacción y de corrección. El título de manipulación de textos incluye varios tipos de trabajo que se pueden hacer a partir de un texto completo: completarlo, rehacerlo, modificarlo, etc. Entre las propuestas extensivas, el taller de expresión escrita es la más conocida. El trabajo por tareas, la co-redacción y las entrevistas son algunas de las técnicas didácticas que se pueden usar en los talleres.
El énfasis en el contenido y la escritura a través del currículo son planteamientos globales que van más allá de la clase de Lengua e implican al conjunto de la escuela y al programa global.
Para terminar, merece la pena hacer una reflexión general sobre el proceso de desarrollo del escrito a través de los distintos ciclos. Una opinión, muy generalizada, tiende a asociar expresión escrita con redacción de textos muy largos y de una complejidad considerable. Otros ejercicios más simples como la manipulación de la frase o de la palabra, la valoración de la puntuación o los aspectos ortográficos, se consideran actividades exclusivamente gramaticales, desvinculadas de la expresión. Siguiendo con este punto de vista, los maestros concluyen que la redacción es una actividad propia de los ciclos superiores, pues a ciertas edades (de 7 a 10 años) las niñas/os no son lo suficientemente maduros para dedicarse a esta empresa.
Está claro que este planteamiento es erróneo y parcial. Por un lado, tanto la redacción de 100 palabras como la producción de frases son ejercicios gramaticales y de expresión al mismo tiempo; el primero más global y con más trascendencia comunicativa y el segundo más local y más limitado a las posibilidades gramaticales. Por otro lado, es necesario que los alumnos trabajen y desarrollen progresivamente su expresión, desde los primeros niveles, tal vez sólo con ejercicio de palabra o frase, hasta los más elevados.
En el ciclo inicial (7/8 años), los niños/as todavía tienen dificultades con el dominio del código, pero los aprendizajes fundamentales son la idea de la frase y el concepto de texto como un conjunto de frases.
En el ciclo medio (9/10 años) ya se distingue la frase del párrafo y se empieza a observar el sistema de referentes y de conectores, aunque presente problemas importantes de coherencia y cohesión. Es a partir del ciclo superior (11/12 años) cuando se pueden trabajar todos los conceptos más importantes de la estructura y la lengua de los textos.