El Matrimonio Palavrakis
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1.- BIOGRAFIA y OBRAS
Angélica Liddell, seudónimo de Angélica Gonzalez, nació en Figueras, Gerona en 1966. Dramaturga y actriz española, es licenciada en Psicología y Arte Dramático. Su infancia transcurre en un continuo peregrinar por la geografía española debido al trabajo de militar de su padre. El ambiente hostil de los cuarteles militares en los que pasó su niñez, unido a supuestos abusos de militares a compañeras de juego presenciados por ella, marcan a Angélica desde muy temprana edad, y la predisponen a centrar su obra lírica y dramática en los temas del dolor y la angustia existencial, la violencia, la infancia desgarrada y, en definitiva, el mal como cualidad intrínseca del hombre y como esencia de las cosas.
En 1988 comienza su trayectoría artística como autora dramática. Después de cursar sus estudios, forma en 1993 junto con Gumersindo Puche la compañía de teatro Atra Bilis. Con la primera de sus obras, Greta quiere suicidarse (1988) obtendría el Premio Ciudad de Alcorcón. Posteriormente escribe otra, La condesa y la importancia de las matemáticas (1990), a la que le siguen El jardín de las mandrágoras (1991), La cuarta rosa (1992) y Leda (1993).
El primer estreno de una obra suya data de 1993, cuando se representa El jardín de las mandrágoras. En esta obra aparecen ya algunos motivos que se repetirán en su producción posterior, como el suicidio ceremonial y el dolor como manera de alcanzar la redención. Todo ello se plasma en el texto con un lenguaje lírico, de regusto barroquizante, que se mezcla de forma magistral con la música y el arte plástico.
Un año después se estrena Dolorosa, donde la estructuración de la obra se percibe mucho más acabada, y el reparto, como irá sucediendo en posteriores obras, se reduce a dos personajes, interpretados en un principio por la propia Angélica Liddell y Gumersindo Puche. Esto permite acentuar el tono de enfrentamiento ritual, potenciando el contraste entre la gran presencia física, enigmática y perversa, de Puche y la apariencia infantil de Liddell.
Continúa su trayectoria artística con Morder mucho tiempo tus trenzas, Las condenadas y Suicidio de amor por un difunto desconocido, en las cuales continúa desarrollando el tema del dolor como vía purgativa y redentora. En 1997 estrena Frankenstein, donde mediante la técnica japonesa del bunraku da vida a la obra con grandes títeres manejados por actores.
Opuesta al artificio, Liddell se propone escribir, dirigir y representar un teatro lleno de realidad, en el que las atroces acciones del género humano golpeen violentamente al espectador, tal y como se proponía el teatro In-yer-face británico de los años noventa.
Con La falsa suicida (1998), Liddell nos anuncia ya el inconfundible estilo dramático que acompañará a toda su producción posterior, particularmente las agrupadas en el Tríptico de la Aflicción (El matrimonio Palavrakis, de 2001, Once upon a time in West Asphixia, de 2002, y Hysterica passio, de 2003) y en la trilogía de Actos de resistencia contra la muerte (Y los peces salieron a combatir contra los hombres, de 2003; Y como no se pudrió… Blancanieves y el Año de Ricardo, ambas de 2005).
Concretamente, la obra que nos ocupa, El Matrimonio Palavrakis, se estrenó el 22 de Febrero de 2001 en Madrid. Las propuestas temáticas, estilísticas, escenográficas, etc experimentadas por Liddell durante toda su trayectoria terminan cuajando en una trilogía dramática donde se presenta a la familia como una estructura compuesta de oposiciones conflictivas entre sus miembros y generadora de traumas, violencia y crueldad. La obra reafirma la ideología pesimista de Angélica LIddel y, en particular, su rechazo a la institución familiar y su renuncia a propagar la especie humana (hijos).
2.- ARGUMENTO y ESTRUCTURA
La obra cuenta la historia, conducida por la voz en off de una Narradora, de la vida conyugal de Elsa y Mateo, víctimas de malos tratos durante su infancia y traumatizados profundamente. Unidos por un rencor común hacia sus padres y hacia una sociedad enferma (en la que el hombre es un lobo para el hombre), llevan una vida monótona en un barrio donde la única diversión consiste en insípidos concursos de baile, que pierden continuamente. Sin embargo, unidos solo por el odio hacia el género humano, ambos personajes encarnan dos posturas contrarias respecto a la condición humana. Mateo es portador de una crueldad heredada de sus padres, cuyo único ansia es hundirse en la nada; y Elsa sin embargo tiene la necesidad de concebir a un hijo como única forma de dejar algo vivo sobre la tierra y burlar metafóricamente su mortalidad.
En medio de este ambiente nace su hija Chloé, de una belleza deslumbrante y víctima de abusos sexuales. La locura de sus padres se hace patente al mostrar éstos un miedo exagerado a que la niña sea dañada por sus vecinos, cuando simplemente se trata de una proyección sobre otros de su propia culpabilidad, del miedo que ellos mismos se tienen al saberse unos desequilibrados. Poco después, con 7 años de edad, Chloe aparece asesinada y descuartizada al borde de la carretera.
A partir de este momento, el matrimonio comienza a ganar el concurso de bailes, pero su vida conyugal se deteriora gravemente. Elsa se convierte en una mujer ensimismada, muy unida a su perro al que trata como a su hija. Sin embargo, Mateo da rienda suelta a sus más bajos instintos, y comete con frecuencia asesinatos y otros actos desdeñables.
Mateo asesina al perro de Elsa (volviendo a matar simbólicamente a su hija), y ésta, sin ningún tipo de esperanza, provoca un accidente de tráfico donde muere Mateo y ella sale ilesa. En comisaría es interrogada por la Narradora, que es la voz de la policía, y Elsa recuerda todo el daño que ha provocado a su hija, la sumerge en un estado de dolor tal que muere de un infarto.
El matrimonio Palavrakis se aleja de la dramaturgia estructurada en actos, y se agrupa en cuadros totalmente desconectados entre sí por la linea temporal. Se construye a partir de constantes saltos en el tiempo hacia delante y hacia atrás que extrañan al espectador y que le obligan a considerar cada cuadro como una entidad cerrada, con significado propio, y a recomponer la trama desordenada deliberadamente, con lo que se consigue un sentimiento de angustia en el espectador por desentrañar la trama de la obra.
La obra se compone de dos partes, la primera de doce cuadros y la segunda de cuatro, separadas por el asesinato de Chloé a manos de sus padres. A su vez, los cuadros están separados por la intervención de la voz en off de la Narradora, rompiendo la organización del teatro realista-naturalista y situando la obra en una atmósfera casi de cuento.
La primera parte se abre con un cuadro situado en el tiempo actual de los personajes, donde Elsa habla ensimismadamente a su perro ciego, y Mateo conversa en un plano no muy claro con una niña. El discurso de ambos personajes hace referencia continua a su niñez y a sus negativamente marcadas experiencias infantiles.
El segundo cuadro representa la noche en la que concibieron a Chloé.
El tercer cuadro nos muestra el primero de los conflictos conyugales durante el embarazo de Elsa.
El cuarto cuadro es una regresión que nos muestra detalles importantes de la niñez de los personajes.
El quinto cuadro vuelva al momento del embarazo de Elsa, cuando los personajes tienen sueños horribles enfatizando el miedo a hacer daño a su futura hija.
El sexto cuadro representa el parto de Elsa, donde domina el terror de los padres a que su hija sufra algún daño o enferme.
Este terror culmina en el cuadro doce, donde tiene lugar el asesinato de Chloe y el final de la primera parte.
En un orden lógico temporal, a la situación representada en el cuadro doce seguiría la del cuadro once, analépticamente antepuesto, que muestra la reacción de Mateo y Elsa al ver el cadáver de su hija Chloé después de haberla matado. A continuación, el cuadro nueve con la monumental pelea del matrimonio causada por los remordimientos de haber matado a su hija (escénicamente, un núcleo fundamental de una poderosa fuerza por la violencia de la interpretación), y después el ocho, en el que Mateo y Elsa hablan sobre el funeral de Chloé que ha tenido lugar recientemente.
Estos tres cuadros forman una secuencia nuclear perfecta, compuesta por tres funciones de presentación, realización y cierre muy bien delineadas. El drama concluye con una última secuencia, también alterada en su lógica temporal, compuesta de tres funciones. La primera, sucedida poco después del funeral de Chloé, narra la vida conyugal de los Palavrakis tras la muerte de Chloé (cuadros uno y dos de la segunda parte), el repentino éxito de Elsa y Mateo en el concurso de baile (de nuevo, el cuadro ocho) y el regreso del matrimonio a su casa en coche, cuando se topan con un accidente de tráfico justamente en el mismo lugar donde “encontraron” el cadáver de su hija hacía años (cuadro décimo). La segunda función, materializada en el cuadro tercero de la segunda parte, supone el nudo final de la obra: al llegar a su casa, Mateo mata al
perro ciego de Elsa y, con él, vuelve a matar simbólicamente a la hija. La ira de la señora Palavrakis desencadenará la tercera función de cierre, en que asesina a su marido en un supuesto accidente de tráfico y se entrega a la policía.
Debido a la importancia capital de la manipulación del tiempo en El matrimonio Palavrakis, se mostrará una descripción más detallada del desarrollo de la trama, elaborada a base de continuas analepsis y prolepsis, en el apartado correspondiente al análisis del tiempo en este drama de Liddell.
3. ANALISIS DE LOS PERSONAJES
ELSA: Desea un objeto, que es su hija Chloé, resultado a su vez de un objeto último que sería la Maternidad, con el fin de buscar la Vida más allá de la Muerte a través de su hija. El motivo es la visión pesimista del matrimonio del mundo, lleno de mal por todas partes y cuya existencia en el se acaba con la muerte inevitable. Sin embargo, Elsa se encuentra sola ante su proyecto, y encuentra únicamente en su marido Mateo un importante oponente.
MATEO: Comparte con su mujer Elsa la visión pesimista del mundo, pero al contrario que ésta, el objeto que desea no es la vida, sino la muerte. Muerte a su existencia y a la de toda la Humanidad, como manera de terminar con su dolor. Al encontrarse la oposición de su mujer Elsa para conseguir su fin, se convierte también en una persona solitaria y falto de amor.
Angélica Liddell, dramaturga absolutamente pesimista y depresiva, hace triunfar en el drama la tesis de Mateo, de destrucción y muerte, al permitir los abusos sexuales a Chloé y su asesinato a manos de sus padres.
NARRADORA: Se comporta durante todo el drama como un cuasi-personaje exterior que no toma partido en la lucha de los personajes, y cuyas introducciones a los cuadros ayudan al espectador a reflexionar sobre los mismos. Sin embargo, en el último cuadro la Narradora se convierte en un policía que interroga a Elsa Palavrakis. Ausente del escenario salvo por su voz, constituye un tipo dramático y no un individuo en sí.
CHLOE: Personaje del que solo conocemos su corta edad y su extremada belleza, sin embargo, en el último cuadro de la obra, Elsa confiesa que su hija parecía estar enamorada de su padre, amor incestuoso, que de no ser interrumpido por la muerte de Chloé, habría dotado al personaje de una problemática psicológica y moral que lo hubiera elevado a la condición de individuo.
Los personajes del Matrimonio Palavrakis son redondos, complejos y llenos de traumas, miedos y pensamientos inconscientes, que evolucionan a lo largo de la acción. Son plenamente dramáticos, con una turbulenta vida interior y sobre los que se aportan multitud de datos para entender mejor el contexto.
4. EL TIEMPO EN LA OBRA
La obra se configura en una estructura compleja, ajena a cualquier progresión cronológica, que obliga al espectador a participar en la reconstrucción del asesinato de Chloé y de un absurdo, la existencia humana.
El tiempo transcurre desde la niñez de Elsa y Mateo Palavrakis hasta su muerte. Dentro de este amplio periodo de tiempo, se muestran únicamente tres momentos fundamentales: la niñez de Mateo y Elsa, la gestación de Clhoé y la vida conyugal del matrimonio posterior a la muerte de su hija.
El presente transcurre varios años después, no se precisan cuantos, después del asesinato de Chloé a manos de sus padres.
5. EL TEXTO DRAMATICO
El Matrimonio Palavrakis se revela como la obra de madurez de Angélica Liddell y como el texto más representativo del In-yer-face theatre nacional.
Está constituido por los diálogos de los señores Palavrakis, algunos monólogos y soliloquios y las intervenciones de la Narradora. Estas intervenciones ad spectatores no solo cumplen la función de presentar a los espectadores los diferentes cuadros, sino que evocan también la narrativa oral popular, de cuento, por lo que se hacen similitudes en la obra del hombre con el lobo. Se rompe también con la ilusión teatral del teatro naturalista-realista, apelando al público, y elaborando un nuevo teatro crítico que remueve las conciencias del público.
Los diálogos entre Elsa y Mateo están elaborados en un lenguaje altamente poético, con toques surrealistas. Se repiten frases a las cuales se les va añadiendo una progresión del texto.
El lenguaje poético del diálogo posee un simbolismo muy especial que cumple una función proléptica en la historia. Por ejemplo, la imagen de los perros se repite en toda la obra, y se llega a una identificación entre estos animales y los niños, que viven siempre bajo la amenaza de los adultos. Se identifican metafóricamente con estos por su indefensión e inocencia ante la maldad del hombre adulto.
Otra cuestión inquietante dentro de todo el drama es lo dulce como retorcido, simbolo de la pedofilia. Mateo estña obsesionado con el sabor dulce y con que a sus amantes infantiles no les falten caramelos y golosinas, porque ya desde su infancia, influenciado por su padre, opinaba que la carne de las niñas es mas dulce. De aquí se deriva que posteriormente a la muerte de su hija Mateo insista que no le falten caramelos a su hija, con la intención de que su carne siga siendo dulce.