Elaboración, Conservación y Significado Social del Libro Manuscrito Medieval

Clasificado en Plástica y Educación Artística

Escrito el en español con un tamaño de 3,25 KB

Elaboración del Libro Manuscrito

La fuente principal para comprender el proceso de elaboración de un libro manuscrito medieval es el propio testimonio documental, así como algunas representaciones existentes. La unidad básica de construcción es el cuadernillo o pliego. Gregory establece una regla que indica que el cuadernillo se trabaja y luego se pliega. Esta regla de Gregory sostiene que los pliegues sirven para determinar si se han añadido hojas posteriormente. Los pliegues varían según el lugar de producción. Se observa una transición gradual de formatos cuadráticos a formatos más rectangulares.

La preparación de la página se realiza mediante el picado (con un punzón se establecen puntos que servirán para trazar renglones de referencia, que luego se recorta para que no se note) y el pautado. Existen varias representaciones de escribas en pleno trabajo, una actividad muy restringida en la época. Se pasa de la scriptio continua a la jerarquización del texto. Debido a la dificultad que presentaba la lectura y escritura para aquellos cuya lengua no era el latín, se desarrollaron nuevas convenciones gráficas, como la separación de palabras, la puntuación y las litterae notabiliores (letras destacadas).

Al final del libro, se añadía un colofón, donde se detallaban las condiciones de la copia o el ritmo de trabajo. Algunos ejemplos de colofones incluyen frases como: "tres digiti scribunt totum corpusque laborat" (tres dedos escriben y todo el cuerpo trabaja), "dentur pro penna scriptores caelica regna" (que a los escritores se les dé el reino celestial por su pluma), "explicit hic totum, de vino da mihi potum" (aquí termina todo, dame de beber vino).

Tras finalizar la copia, el libro podía ser decorado con dibujos, pan de oro, colores vivos y perfiles. No siempre se encuadernaba, pero cuando se hacía, los cuadernillos se cosían entre sí. Una innovación notable fue el sistema de encuadernación con nervios. Las tapas solían ser de madera, un material sólido y pesado. Estas podían mejorarse con cubiertas decoradas, aunque esto solo estaba al alcance de unos pocos. Lo más común era el uso de pergamino. Se utilizaban bullones, clavos que separaban el libro de la superficie donde se apoyaba, y broches, hebillas o cierres para evitar que el libro se abriera.

Conservación del Libro Manuscrito

En cuanto a su conservación, el armarium era el mueble encargado de su custodia. Los libros se guardaban en posición horizontal, lo que podría explicar la denominación de "tumbos" para algunos de ellos. También existían los liber catenatus, o libros encadenados. Lamentablemente, el grado de destrucción de estos libros es muy alto. Se conservan alrededor de 400 códices más o menos completos, un número muy bajo. También existen fragmentos, datos de su existencia en inventarios y referencias a otros libros en documentos.

El Libro Manuscrito y su Papel Social

Es fundamental destacar que el libro manuscrito desempeñaba un papel social de gran importancia en la Edad Media.

Entradas relacionadas: