Émile Zola, Dostoyevski y Tolstói: Maestros del Realismo y Naturalismo Europeo

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Émile Zola y el Naturalismo

Émile Zola (1840-1902) fue un destacado escritor francés y el principal teórico del Naturalismo. Este movimiento literario se manifiesta con claridad en 1867 con la publicación de Teresa Raquin. Zola se inspiró en los análisis casi médicos de los hermanos Goncourt y en las teorías de Taine sobre la influencia del medio.

Posteriormente, Zola emprendió un proyecto ambicioso: Los Rougon-Macquart, una serie de veinte volúmenes (publicados hasta 1893) que subtituló "Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio". Este proyecto de novela experimental buscaba analizar los efectos de las pasiones humanas en relación con el medio y las circunstancias.

Zola fue objeto de críticas tanto de los conservadores y burgueses, por su defensa de las clases bajas, como de los progresistas, quienes le reprochaban su determinismo social y su visión fatalista de la condición obrera.

El Realismo Ruso: Dostoyevski y Tolstói

La literatura rusa de la segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por su realismo, a pesar de que el contexto social y político del país, con estructuras de tipo feudal, no anticipaba la revolución comunista que surgiría en el siglo XX.

La novela rusa se distingue por la descripción minuciosa de paisajes naturales, rasgos físicos de los personajes y vestimentas, lo que confiere un ritmo lento a la narración. El argumento y la acción a menudo son anecdóticos y avanzan pausadamente. Se observa un fuerte sentimiento de piedad hacia los miserables y, aunque realista, la obra de los autores rusos también busca el significado profundo o espiritual de la vida, con una gran carga de preocupación moral y filosófica, otorgándole una densidad particular.

Fiódor Dostoyevski

Entre las obras más notables de Dostoyevski se encuentran Pobres gentes, El jugador, El idiota, Los hermanos Karamazov y, la más importante, Crimen y castigo (1867). En esta novela, el autor narra la tormenta interior del protagonista quien, tras cometer un crimen con fría indiferencia, sufre terribles remordimientos y, bajo la influencia de ideas cristianas, termina confesando a la policía.

Dostoyevski intenta demostrar que la violencia, incluso si surge del deseo de hacer el bien, es inherentemente inhumana y que cualquier crimen, independientemente de sus motivos, constituye una violación de las normas éticas. En Los hermanos Karamazov, Dostoyevski retoma la figura de su padre, tirano y alcohólico, para recrear una trama centrada en las preocupaciones de su juventud: el bien y el mal, el concepto de libertad y moral, y la salvación del pecado a través del sufrimiento.

León Tolstói

Tolstói (1828-1910) es autor de dos obras fundamentales: Guerra y paz y Ana Karenina. Esta última, aunque pueda parecer una simple historia sentimental con un final trágico, no puede ignorar la voluntad moralizadora del autor, que critica la hipocresía dominante en la aristocracia de la época. La obra puede interpretarse como una parábola sobre la dificultad de ser honesto cuando el resto de la sociedad se ha instalado en la hipocresía.

Tolstói es un autor racionalista y materialista, con un vitalismo esperanzado y una moral optimista. Cree en la transformación del hombre gracias a su bondad natural, la cual lo llevará a abandonar la felicidad ilusoria y a buscar una forma de vida más acorde con la naturaleza.

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