Eneas y Dante: Un Viaje Comparativo por el Más Allá en la Literatura Clásica

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Protagonistas y sus Viajes al Más Allá

Eneas en la Eneida: Destino y Fundación

El protagonista de esta obra es Eneas, un semidiós y héroe troyano que logró escapar de Troya con su padre y su hijo menor al finalizar la guerra. Eneas desea ver a su padre Anquises, quien se le ha aparecido en una visión. Tras encontrarse con él y después de que este le revele su destino, surge en Eneas el deseo de la fama y el propósito de fundar la nueva Troya (Roma).

Anquises le dice a su hijo que, después de 1000 años y tras beber del Leteo, las almas pueden volver a habitar cuerpos, habiendo olvidado todo sobre su vida anterior. Las almas no se reencarnan, pero pueden expiar sus pecados para llegar al cielo. Esto se intuye como una especie de "nueva vida" para ellas, aunque no se explica más ni se da a entender nada que pudiese sugerir una reencarnación.

Dante en la Divina Comedia: Redención y Pecado

El personaje principal es el propio Dante, quien, a la edad de 35 años, se siente perdido, simbolizando esta sensación en su obra. Dante se extravía y llega a una selva donde se encuentra con animales que simbolizan la lujuria y el descontrol. Dante busca redención, escapar de los pecados que lo han apartado del camino recto de la vida, acudiendo a la llamada de Beatriz.

La Naturaleza de las Almas en el Inframundo

Las Almas en la Eneida y la Odisea: Entes Espectrales

En la Eneida, como en la Odisea, no podemos hablar de las almas como algo "vivo" que exista en el Averno de manera física y palpable. Las almas, como en la Odisea, tienen conciencia, pueden hablar, expresarse, conversar (solo que no necesitan beber sangre para hacerlo) y su presencia tiene peso a pesar de ser meros entes espectrales. Esto es suficiente para alertar a Eneas y obligarle a sacar su espada. De nuevo, vemos el caso del protagonista: Eneas intenta abrazar a su padre y no consigue tocar nada. Vemos aquí también claramente que las almas pueden sufrir a pesar de no ser corpóreas, como se observa en los castigados del Tártaro o las almas que pueblan el Flegetón.

Las Almas en la Divina Comedia: Interacción y Sufrimiento Físico

Es en La Divina Comedia donde se introduce la idea de que estas almas pueden tener un efecto en los vivos. Vemos cómo Virgilio da palmadas a Dante y este parece sentirlas y, llegado a un punto, incluso carga con el protagonista en el último anillo. Sin embargo, no podemos determinar si esto es meramente un recurso por parte de Dante o si es algo que realmente se manifiesta en todas las almas. De igual forma que antes, las almas presentes en el Infierno sufren castigos, algunos de los cuales podríamos clasificar como físicos. Además, estas almas son las más "humanas", parecidas a como fueron en vida, tanto en personalidad como en la forma en que hablan con Dante, lo que nos deja entrever emociones o pensamientos más allá de las emociones simples vistas en las dos obras anteriores.

Personajes Clave y su Simbolismo

Figuras del Inframundo en la Eneida

En la Eneida nos encontramos como personajes más importantes a las almas, a Caronte (el barquero), al Cerbero trifauce, a Minos y Radamanto (como jueces de las almas), a Tisífone (como encargada de aplicar castigo a dichas almas), y a los diferentes personajes que encuentra Eneas, como Palinuro, Deífobo, Dido y su padre, Anquises.

La Unificación de Culturas en la Divina Comedia

Mientras Virgilio toma los personajes contemporáneos de Eneas, Dante va un paso más allá. Todos los personajes de renombre que aparecen pertenecen a las antiguas culturas romana y griega, además de los personajes principales del pensamiento cristiano añadidos por Dante, como Lucifer, Judas o sus propios contemporáneos. Es así como Dante unifica todas las personalidades de las diferentes culturas y asigna a cada una un pecado cometido.

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