La Eneida y la Farsalia: Epopeyas Romanas y su Contexto Histórico
Clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 2,34 KB
En los otros seis libros de la Eneida, se narran los combates que Eneas libra en el Lacio hasta que consigue la victoria y se casa con Lavinia, hija del rey Latino. Con esto, Eneas se convertirá en el fundador de una nueva estirpe, que será el origen del pueblo romano.
Independientemente de estas divisiones, el equilibrio entre las diferentes escenas y las líneas de conexión entre ellas hacen de esta obra una composición unitaria de gran perfección.
Estilísticamente, la Eneida supone una de las obras maestras de la literatura universal. Alcanza una extraordinaria perfección estilística tanto por el léxico como por su sintaxis y sus recursos expresivos, y por su métrica, con un perfecto uso del hexámetro.
La Importancia Política de la Eneida
La importancia política de la Eneida es considerable. Las reformas de Augusto tratan de conseguir la pacificación de los territorios romanos y la unidad de creencias e ideales de los ciudadanos. Para ello, utiliza la literatura como herramienta, ayudado por su ministro Mecenas. En ningún caso esta literatura era propaganda del régimen, sino que era totalmente libre. Virgilio, Horacio, Livio… se identifican con el proyecto de Augusto, y ven en él al único salvador del Estado.
Eneas aparece como el prototipo de Romano y el inicio de una gloria que culminará en Augusto, al que se presenta como sucesor del mismo. El elogio del príncipe es indirecto y todo el poema se orienta a la gloria de Roma.
Lucano y la Farsalia
Entre los sucesores de Virgilio se encuentra Lucano, sobrino de Séneca. A los 21 años era ya un poeta admirado y amigo de Nerón, pero este mismo éxito provocó la envidia del emperador, que le condenó al silencio. Lucano participó en una conjuración contra Nerón y cuando éste la descubrió fue condenado al suicidio.
Escribió La Farsalia, en la que narra la guerra civil entre César y Pompeyo. La principal diferencia con epopeyas anteriores es la no alusión mitológica al prescindir de la aparición de los dioses, en los cuales él no creía. Sustituye entonces el tema mítico por un acontecimiento histórico. Presenta a Pompeyo como un mártir por la libertad contra el despotismo de César. Al ser un hombre culto recurre a numerosos datos sobre geografía, etnografía, astrología, etc.