Enfermedades Cardíacas y Sanguíneas: Infarto, Angina, Anemia y Leucemia
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El Trombo en el Corazón: Infarto Agudo de Miocardio y Angina de Pecho
El músculo del corazón, denominado miocardio, necesita aportes de oxígeno y otros nutrientes para su correcto funcionamiento. Esta tarea la realizan las arterias coronarias, que salen de la aorta y abrazan el corazón como una corona. Estas arterias se dividen en otras más pequeñas que se subdividen, a su vez, en infinidad de capilares.
Si un coágulo tapona alguno de estos vasos, la sangre deja de llegar a una zona del músculo cardíaco y cesa el aporte de oxígeno y nutrientes; el resultado es la muerte del tejido muscular de esa zona. Entonces decimos que se ha producido un infarto agudo de miocardio, conocido también como infarto o ataque al corazón.
Si el bloqueo de la arteria es solo parcial, la dolencia que se ocasiona se conoce como angina de pecho.
Síntomas y Urgencia del Infarto
Un infarto suele manifestarse por un fuerte dolor en el pecho que se extiende hacia el costado y el brazo izquierdos. De la rapidez con que la persona que lo sufre sea atendida dependerá, en gran medida, su supervivencia.
Problemas de la Sangre: Anemia y Leucemia
Algunas de las enfermedades del sistema circulatorio están relacionadas con la sangre, como ocurre con la anemia o la leucemia. En estos casos, el origen está en un mal funcionamiento de la médula ósea roja.
Anemia
La anemia. Las personas anémicas se sienten fatigadas y con poca vitalidad. Su sangre presenta una baja cantidad de hemoglobina, bien porque la concentración de glóbulos rojos es baja, o bien porque la hemoglobina que contienen está por debajo de lo normal. La anemia más común es la que se produce por falta de hierro, un componente esencial de la hemoglobina. Para corregirla, suele ser suficiente con una dieta equilibrada y rica en alimentos que aporten este mineral.
Leucemia
La leucemia. Es una forma de cáncer que afecta a las células de la médula ósea, el órgano encargado de fabricar la sangre. Se manifiesta por un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre, pero que son incapaces de luchar contra las infecciones. Además, disminuye el número de glóbulos rojos y de plaquetas.