Enfermedades Mentales en la Antigüedad: De Hipócrates a Freud y la Visión Griega
Clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 3,29 KB
La Evolución de la Catalogación Médica: De Hipócrates a Freud y las Enfermedades Mentales Antiguas
La catalogación de las afecciones médicas, iniciada por los hipocráticos, encuentra una continuación y resonancia en la obra de Freud. En los tratados hipocráticos, la enfermedad sagrada por excelencia era la epilepsia, pero ya no se consideraba una dolencia debida a la posesión divina, sino una afección de origen mental.
La Clasificación Hipocrática de las Enfermedades Mentales
Dentro de esta catalogación, la primera enfermedad destacada era la epilepsia, seguida por la histeria y, posteriormente, la frenitis (definida como el delirio acompañado de fiebre). Finalmente, se establecía la estructura básica de lo que hoy denominaríamos la locura, que oscilaba entre dos polos principales: la manía y la melancolía (esta última, a veces, considerada sinónimo de todas las enfermedades mentales).
La Manía: Agitación, Creatividad y Delirio
La manía se caracterizaba por fases de euforia y gran actividad, alternando con fases depresivas, configurando una locura cíclica ya descrita entre los griegos. La manía también se asociaba a la creatividad artística, como Sócrates menciona en un diálogo de Platón. Los griegos la catalogaban como una enfermedad que cursaba con agitación, delirios y alucinaciones, es decir, sensaciones que no correspondían con la realidad.
La Melancolía: Tristeza Profunda y Estancamiento
La melancolía, por su parte, era una forma de locura caracterizada por una profunda tristeza y depresión. Los afectados dejaban de comer, no dormían, perdían el deseo sexual y la alegría, y a menudo lloraban. Podían llegar a un estado que los antiguos denominaban catatónico, en el que los enfermos parecían estar muertos. Una vez excluida la causa religiosa, la explicación de esta dolencia se volvía un enigma.
La Histeria: Un "Ser Vivo" en el Cuerpo Femenino
La histeria era considerada una enfermedad predominantemente femenina, atribuida a los movimientos desordenados del útero. Los griegos interpretaban que el útero se movía por el interior del cuerpo femenino, como un "ser vivo" errante, y lo relacionaban incluso con el cerebro. Si el útero ascendía hacia el cerebro, podía provocar ansiedad, pero también se creía que se movía lateralmente.
Tratamientos Antiguos para la Histeria
Para atraer el útero hacia abajo si este había emigrado hacia arriba, se sentaba a la paciente en una silla con las piernas abiertas y se colocaba debajo un cántaro con perfumes agradables. Por el contrario, si el útero estaba muy bajo, se utilizaban olores desagradables para que "subiera". Existía una clara correspondencia con las creencias religiosas griegas.
El tratamiento principal de la histeria consistía en el sexo y el embarazo. Se creía que las vírgenes podían volverse locas o incluso suicidarse ahorcándose debido a la histeria. El remedio propuesto era casarlas rápidamente para que tuvieran relaciones sexuales y, presumiblemente, un embarazo.