Enfoque Contrastivo en Traducción: Procedimientos de Vinay y Darbelnet
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El Enfoque Contrastivo: Vinay y Darbelnet
El Enfoque Lingüístico
Desde los años 50 del siglo XX se han sucedido diversos enfoques lingüísticos que han tratado de describir el proceso traslativo, estableciendo una serie de taxonomías detalladas, siguiendo siempre la lingüística como herramienta de trabajo y aplicando un criterio contrastivo. Vinay y Darbelnet, en su libro Stylistique comparée du français et de l’anglais (1958), han fijado una serie de procedimientos de traducción pioneros en su época y que han sido reinterpretados y rebatidos en diversas ocasiones y desde diversas escuelas. Taber y Nida, por aquellas mismas fechas, readaptaron el concepto de equivalencia cuando hablaron de equivalencia dinámica y equivalencia formal; Catford, en A Linguistic Theory of Translation (1965), aplicó una serie de categorías similares al proceso traslativo combinándolas con el concepto de cambio o desplazamiento lingüístico. En virtud de esta clasificación, Catford considera que puede darse un tipo de equivalencia formal, si el texto en LM puede preservar la morfología del texto en LO, y equivalencia textual, cuando el texto varía por las necesidades que impone la propia estructura lingüística.
Finalmente, Van Leuven-Zwart, en la década de los ochenta, ofrece al estudioso una nueva lectura de los conceptos de modulación y equivalencia establecidos por Vinay y Darbelnet y, ya desde un enfoque diverso, Chesterman, en Memes of Translation (1997), basándose en el concepto de desplazamiento, habla de unas “estrategias de traducción” que dan un nuevo giro a los conceptos de modulación y equivalencia.
Jean-Paul Vinay y Jean Darbelnet, Stylistique comparée du français et de l’anglais
En esta obra, Vinay y Darbelnet elaboran una serie de taxonomías que denominan procedimientos de traducción. Una vez que el traductor ha leído el original y lo ha explorado en su totalidad, reelabora el mensaje sopesando toda una serie de coordenadas implícitas en el texto: información, efectos estilísticos, intencionalidad, rasgos culturales, etc.
Cuando el mensaje puede pasar de LO a LM respetando un paralelismo estructural (es decir, sin que se produzcan transformaciones relevantes desde el punto de vista léxico, morfológico o sintáctico) y metalingüístico, el traductor utilizará la traducción literal. Sin embargo, puede ocurrir que el mensaje en LM muestre algún tipo de laguna conceptual, o bien es posible que los elementos estructurales y metalingüísticos de los que hablábamos anteriormente no puedan ser trasladados al texto traducido sin caer en el error formal o sin despertar la perplejidad del lector. En este caso, el traductor tendrá que recurrir a la traducción oblicua (Vinay y Darbelnet, 1977: 45-46).