Entendiendo los Terremotos: Origen, Foco, Epicentro y Ondas Sísmicas
Clasificado en Geología
Escrito el en español con un tamaño de 4,02 KB
Entendiendo los Terremotos: Origen y Características
Los riesgos sísmicos se derivan de la ocurrencia de sismos, también conocidos como seísmos o terremotos. Las causas de los terremotos son variadas: tectónicas, erupciones volcánicas, impactos de meteoritos, explosiones nucleares, asentamientos de grandes embalses, etc.
Origen de los Terremotos Tectónicos
Los terremotos tectónicos son una manifestación indirecta de la energía geotérmica, que se produce a consecuencia de los esfuerzos de tensión, compresión y cizalla generados en el desplazamiento de las placas litosféricas.
¿Qué es un Terremoto?
El terremoto es la vibración de la Tierra producida por la liberación brusca (o paroxísmica) de la energía elástica almacenada en las rocas cuando se produce su ruptura tras haber estado sometidas a grandes esfuerzos. Para que esto ocurra, las rocas deben tener un comportamiento frágil; por eso no se producen terremotos por debajo de los 800 km, ya que, a esa profundidad, las altas temperaturas hacen que las rocas se comporten de forma plástica y no se rompan.
Tipos de Esfuerzos y Fallas
Los terremotos son originados por tres tipos de esfuerzos sobre la litosfera: compresivos, que producen fallas inversas; distensivos, que producen fallas normales; y de cizalla, que producen fallas de desgarre o de deslizamiento longitudinal. En los terremotos, una parte de la energía se transforma en calor debido a la fricción con el plano de falla y el resto es liberada en forma de un tren de ondas sísmicas que se extienden desde el lugar donde se originan, llamado foco o hipocentro. Este no corresponde a un punto, sino a la zona de deslizamiento situada en el plano de falla.
Foco, Epicentro y Tipos de Terremotos
En función de la profundidad a la que se encuentra el foco, se distinguen tres tipos de terremotos:
- Superficiales (por encima de 70 km)
- Intermedios (70-300 km)
- Profundos (más de 300 km)
Los más peligrosos son los primeros.
El Epicentro
El epicentro es la zona de la superficie terrestre situada en la misma vertical que el foco, y por tanto el lugar donde la magnitud del terremoto es máxima. Durante la transmisión de las ondas sísmicas se produce compresión en las rocas que se encuentran en el sentido del movimiento y distensión en las que están en sentido contrario.
Registro Sísmico: Sismógrafos y Sismogramas
Estas deformaciones son captadas por los sismógrafos (aparatos que detectan terremotos) y se registran en sus gráficas, los sismogramas, que permiten localizar el epicentro del seísmo, la magnitud del mismo y la profundidad de su foco.
Además del terremoto paroxísmico o principal, en el sismógrafo se registran terremotos anteriores más débiles, llamados precursores, y otros posteriores, llamados réplicas, que resultan de los ajustes en la superficie terrestre tras ser afectada por el principal.
Ondas Sísmicas
Las ondas sísmicas son de dos tipos:
Ondas Sísmicas Profundas
Se forman a partir del hipocentro y se propagan en forma esférica por el interior de la Tierra, resultando muy útiles para estudiar su estructura interna. Se dividen en:
- Ondas P (primarias): Son las más rápidas en propagarse (6-10 km/s) y por tanto las primeras en registrarse. Las partículas de las rocas se comprimen y se dilatan vibrando hacia delante y hacia atrás en el sentido de la propagación (efecto muelle). Se propagan tanto por medios sólidos como fluidos.
- Ondas S (secundarias): Son más lentas (4-7 km/s) y las partículas de las rocas se mueven perpendicularmente al sentido del desplazamiento del movimiento. Solo se propagan por medios sólidos, por lo que no pueden atravesar el núcleo externo.