El Entierro del Conde de Orgaz y el Moisés de Miguel Ángel: Obras Maestras del Renacimiento

El Entierro del Conde de Orgaz

El Entierro del Conde de Orgaz, ubicado en la iglesia de Santo Tomé en Toledo, fue un encargo del párroco de dicha iglesia. El autor de este cuadro es El Greco, y su fecha de creación se sitúa entre 1586 y 1588. Su estilo es renacentista, aunque con marcadas características manieristas. La obra está realizada en óleo sobre lienzo.

Temática y Composición

La temática de este cuadro es religiosa, y la idea principal es la representación de dos mundos: el terrenal y el divino.

• Línea: Predomina la línea curva, en algunos casos discontinua.
• Color:
  • Mundo celestial: Predominan los colores fríos y apagados. La pincelada es más pastosa y violenta.
  • Mundo terrenal: La pincelada es más suelta. Aunque sigue presente el negro, también hay colores cálidos.
• Luz: Ambos mundos presentan una luz diáfana y artificial, usada a criterio del autor, típica del manierismo. No se ha tenido en cuenta la luz de las antorchas pintadas. La luz recae sobre varias partes, creando zonas más iluminadas y otras más oscuras.
• Espacio y perspectiva: Hay una falta de estudio en ellos, otra característica manierista típica de El Greco, que aumenta la artificiosidad de la pintura.

Movimiento y Expresión

Para generar la sensación de movimiento, el autor se vale de la expresión de los sentimientos de Cristo, la Virgen y el Conde muerto, entre otros. Destaca la composición romboidal de la escena superior, con Cristo, la Virgen, San Juan y el ángel en los vértices del rombo. El resto de los personajes aparecen abigarrados. En esta escena superior, muchos personajes aparecen en escorzos, como el ángel que lleva el alma, retorcidos y dinámicos, con influencia de Miguel Ángel. El canon es más alargado, rompiendo con la proporción clásica y adentrándose en el manierismo. Estas formas se convertirán en una característica habitual en la pintura de El Greco.

En la zona inferior, la composición es circular. Los personajes aparecen más estáticos, de frente, de perfil o de espaldas. En resumen, se presentan dos cuadros diferentes en uno solo, magistralmente unidos por la figura del ángel, colocado en un escorzo inverosímil.

El Moisés de Miguel Ángel

El Moisés es una escultura renacentista del siglo XVI, perteneciente a la etapa del Cinquecento en Italia. Es la figura central de la tumba del Papa Julio II, ubicada en Roma. Fue realizada en 1515 por Miguel Ángel.

Características Técnicas y Estilísticas

Está realizada en mármol blanco de Carrara. Se trata de una escultura exenta o de bulto redondo, de cuerpo entero y sedente.

• Tema: Bíblico. El profeta Moisés, portando bajo el brazo las Tablas de la Ley, contempla horrorizado cómo los israelitas han abandonado el culto a Jehová.
• Modelado: Perfecto. El estudio anatómico es de un gran naturalismo. Las ropas caen en pliegues de gran naturalismo, donde los contrastes de luces y sombras otorgan a la figura su rotundo volumen.
• Composición: Muy estudiada, cerrada y clásica. Existe un ligero contrapposto, a pesar de la posición sedente. Con esta compleja composición, el artista sugiere el movimiento en potencia. Los músculos están en tensión, pero no hay movimiento en acto. Consigue que este coloso no resulte pesado, sino grandioso.

La "Terribilitá"

Capta el instante en que Moisés vuelve la cabeza y va a levantarse, lleno de furia ante la infidelidad de su pueblo. Esta ira, la "terribilitá", que le embarga se expresa en su rostro, que se contrae en un gesto ceñudo y feroz, anticipo de la cólera que estallará en breve.

Conclusión

En esta escultura podemos observar las características del estilo renacentista: búsqueda de la belleza ideal, acentuado naturalismo, interés por la figura humana y su anatomía, tal como corresponde a la cultura antropocéntrica del periodo humanista. Al igual que en la Antigüedad clásica, se crean composiciones equilibradas, armoniosas, con movimiento en potencia y perfección técnica. Sin embargo, estas características deben ser matizadas según la naturaleza de la obra y el autor, ya que Miguel Ángel es, en sí mismo, un caso excepcional por la calidad de sus obras y la evolución estilística que ofrece en su larga vida.