Entrenamiento de Fútbol Base: Progresión por Edades y Desarrollo Integral
Clasificado en Deporte y Educación Física
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Enfoque Principal del Entrenamiento en Fútbol Base
Prebenjamín (6-7 años): Desarrollo Psicomotor General
Esta etapa se centra en el desarrollo psicomotor general. Se utilizan juegos para mejorar la coordinación global, el equilibrio y la lateralidad. La introducción al fútbol se realiza a través de juegos con balón muy sencillos, priorizando siempre la diversión y la variedad como claves fundamentales.
Benjamín (8-9 años): Habilidades Básicas y Perceptivas
El objetivo es consolidar las habilidades básicas y perceptivas. Se trabaja la coordinación óculo-pédica (conducción, golpeo suave) y se implementan juegos que mejoran la percepción espacial (ej. pases en movimiento). Se comienzan a trabajar las nociones de equipo mediante juegos, y la condición física se desarrolla exclusivamente a través de la propia actividad lúdica.
Alevín (10-11 años): Técnica Individual y Agilidad
Se enfatiza el dominio del balón (conducción, regate, tiro), apoyándose en la coordinación previamente desarrollada. Se introducen ejercicios de velocidad corta (ej. carreras de 10-15m) y se mantiene un alto volumen de juegos. En esta fase, se comienza a inculcar hábitos de calentamiento y estiramiento básicos.
Infantil (12-13 años): Adaptación al Cambio Puberal
Muchos jugadores inician el estirón, por lo que esta etapa se enfoca en la adaptación al cambio puberal. Se refuerza la coordinación fina y la técnica bajo nuevos parámetros físicos, buscando evitar que "desaprendan" debido al crecimiento. Se inicia un trabajo físico general que incluye trotes suaves para resistencia básica, ejercicios de fuerza con el propio peso (core, sentadillas libres) y velocidad con cambios de dirección. Se pone especial énfasis en la flexibilidad para contrarrestar la posible pérdida de movilidad durante el estirón.
Cadete (14-15 años): Desarrollo Condicional Progresivo
En esta categoría, se busca un desarrollo condicional progresivo, incrementando la carga física de manera estructurada. El entrenamiento de resistencia es más formal (ejercicios aeróbicos, partidos más largos), y se inicia el trabajo de fuerza con cargas ligeras (gimnasio básico, circuitos de fuerza). Se añade un trabajo de velocidad específico (técnica de carrera, sprints más frecuentes). En esta etapa, se consolidan las capacidades perceptivo-motrices.
Juvenil (16-17 años): Especialización y Rendimiento
La preparación se aproxima a la de adultos, enfocándose en la especialización y el rendimiento. Se realiza un trabajo intenso de fuerza (programas de gimnasio para potencia y fuerza máxima) y un entrenamiento de resistencia específico del fútbol (ej. series de esprints repetidos, juegos a alta intensidad). Se refina la velocidad y agilidad en un contexto competitivo. La técnica se aplica a situaciones tácticas complejas, buscando la preparación para el alto rendimiento. Se mantienen estrategias de prevención de lesiones (flexibilidad, ejercicios compensatorios) y se gestionan las cargas para optimizar el rendimiento en competiciones.