La Épica Medieval Castellana: Estructura y Significado del Cantar de Mío Cid

La Épica Medieval y los Cantares de Gesta

Las gestas de los héroes dan nombre a los cantares de gesta. Se trata de obras tradicionales y anónimas, que corrían de boca en boca, y cada juglar que las cantaba hacía suya la obra, añadiendo o modificando versos en función de la respuesta del público y de su propio talento poético. Se la considera parte del Mester de Juglaría.

Los cantares de gesta castellanos se agrupan en tres ciclos:

• Ciclo de los Condes de Castilla
• Ciclo del Cid
• Ciclo Francés

Mío Cid: Rodrigo Díaz de Vivar

Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, fue un personaje real. Se ganó la admiración popular por su audacia y destreza como guerrero y su lealtad hacia su señor, el rey Sancho II de Castilla. Cuando este murió asesinado, el Cid se convirtió en vasallo del hermano y sucesor de Sancho, Alfonso VI, a quien algunos consideraban implicado en el crimen.

Las relaciones del Cid con el nuevo monarca fueron tensas, hasta el punto de que el rey le ordenó en dos ocasiones exiliarse. Sin embargo, gracias a sus servicios a la corona, acabó obteniendo en ambos casos el perdón real. El Cid se convirtió en un personaje legendario, del que se contaban historias asombrosas.

Composición y Tema del Poema

El texto se compuso a finales del siglo XII o inicios del XIII. Per Abbat puso por escrito el poema en 1207.

El poema se centra en un periodo muy concreto de la vida del héroe: desde que el rey le fuerza a exiliarse a tierra de moros hasta que regresa a la corte castellana y logra casar a sus hijas. El tema central es la caída en desgracia del héroe y su lucha para recuperar el favor real, y con él, la honra.

El poema, del que se conservan 3730 versos, se distribuye en tres cantares:

1. Cantar del Destierro

Se cuenta cómo el Cid abandona Castilla con algunos vasallos fieles.

2. Cantar de las Bodas

El Cid toma la ciudad de Valencia. Alfonso perdona a su vasallo y este vuelve a Castilla. El soberano casa a las hijas de Rodrigo con los nobles leoneses (los Infantes de Carrión).

3. Cantar de la Afrenta de Corpes

Comienza con un episodio cómico: en la corte del Cid quedaba libre un león, por lo que los Infantes huyen. Cuando el Cid se da cuenta, se dirige a la fiera, que mansamente humilla la cabeza y deja que el héroe la devuelva a su jaula. Se ríen de la cobardía de los Infantes y estos juran vengarse, por lo que humillan a sus mujeres. Se convoca un juicio que desemboca en el duelo. El héroe, recuperado su honor como guerrero y su honra como buen padre, muere en paz.

A lo largo del poema se repiten fórmulas épicas.