Epigrama y Fábula en Roma: Marcial, Fedro y la Crítica Social Latina
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El Epigrama en la Literatura Latina
El epigrama, género de origen griego, comparte con la sátira una evolución en tres etapas distintivas:
Orígenes y Evolución del Epigrama
En sus comienzos, el epigrama fue una breve inscripción grabada en la piedra del sepulcro, destinada a proclamar las hazañas o el recuerdo de una persona.
Posteriormente, tanto en Grecia como en Roma, el término se empleó para designar una composición corta, ingeniosa y de tema amoroso, escrita en dísticos elegíacos. Esta etapa está representada por los epigramas eróticos del Círculo de Lutacio Cátulo, donde el epigrama y la elegía convergen.
Finalmente, el epigrama transformó su contenido amoroso para abrazar la crítica social, convergiendo así con la sátira. Este epigrama satírico tuvo en Marcial a su representante más insigne.
Características del Epigrama Satírico
- Concisión: Brevedad y economía de palabras.
- Tono festivo: A menudo humorístico o irónico.
- Agudeza acentuada al final: Un "golpe" o giro ingenioso al cierre.
- Ataque personal: Crítica directa a individuos.
- Denuncia social: Exposición de vicios y problemas de la sociedad.
Marcial: El Maestro del Epigrama Romano (40-104 d.C.)
De origen hispano, nacido en Bílbilis (cerca de la actual Calatayud), Marcial se trasladó a Roma atraído por su vibrante actividad literaria y social. Pasó más de treinta años como cliente, subsistiendo gracias a las adulaciones a sus poderosos protectores, entre ellos el emperador Domiciano. Tras la muerte de este, regresó a su pueblo natal, donde permaneció hasta el fin de sus días.
Su obra inmortal está compuesta por catorce libros de Epigramas, aunque es más preciso decir doce, ya que los dos últimos (Xenia y Apophoreta) contienen las tarjetas que acompañaban a los regalos enviados a amigos o los objetos sorteados en los banquetes durante las fiestas Saturnales.
Temas en los Epigramas de Marcial
En sus epigramas, Marcial retrata vívidamente la vida cotidiana de Roma en el siglo I d.C., abordando temas como:
- Espectáculos: Gladiadores, actores de teatro, etc.
- Clases sociales y modos de vida: Esclavos, clientes, ricos, magistrados, etc.
- Topografía humana: Escenas en plazas, foros, mercados, anfiteatros, etc.
- Costumbres de la sociedad: Especialmente la sociedad corrompida de la época de Nerón.
Es importante destacar que no todos sus epigramas son satíricos; Marcial también canta a la alegría de la paz y a la vida en el campo.
La Fábula en la Tradición Clásica
Orígenes y Definición de la Fábula
El origen de la fábula es oriental, aunque en Occidente surge por primera vez en Grecia. Su paternidad se atribuye a Esopo (siglo VI a.C.), de quien toma el nombre la fábula esópica, caracterizada por sus personajes animales.
La fábula, con sus personajes humildes y su lenguaje y métrica populares, se contraponía a la epopeya, género poblado de dioses y héroes, y caracterizado por un lenguaje elevado.
En Roma, el término "fábula" adquirió un sentido más amplio, designando cualquier relato con peripecias variadas; de hecho, se aplicaba también a la obra dramática.
La fábula se relaciona estrechamente con la sátira por su capacidad de crítica de las costumbres de la vida cotidiana.
Fedro: El Fabulista Latino
Nacido en Macedonia hacia el año 15 a.C., Fedro llegó a Roma como esclavo de Augusto, quien posteriormente le concedió la libertad. Se estima que falleció alrededor del año 50 d.C.
Fedro escribió cinco libros de Fábulas. En el prólogo y epílogo de su obra, declara que, si bien toma temas de Esopo, también compone fábulas originales inspiradas en la vida y las costumbres de su propia época. Sus intenciones principales eran divertir y aconsejar.
La intención moral de sus fábulas es evidente: las actuaciones de los animales son un fiel reflejo del comportamiento humano. Su crítica social es incisiva, y su lenguaje, aunque sencillo, emplea metáforas simples pero sugerentes.