Erosión Fluvio-Torrencial: Aguas Subterráneas, Arroyadas, Torrentes y Ríos
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Procesos Fluvio-Torrenciales y su Impacto en el Paisaje
Las aguas subterráneas, aunque no siempre visibles, juegan un papel crucial en la modificación del paisaje. Junto con las aguas superficiales, contribuyen a los procesos fluvio-torrenciales. Veamos los diferentes tipos de corrientes y sus efectos:
Tipos de Corrientes y su Acción Geomorfológica
- Aguas Salvajes: Son aguas que circulan sin cauce fijo. Aparecen cuando las precipitaciones son abundantes y el aporte de agua supera la capacidad de absorción del terreno.
- Aguas de Arroyada: Componen los arroyos. Circulan por pequeños canales.
- Torrentes: Cursos de agua que se caracterizan por cauces cortos de fuerte pendiente y que llevan aguas de manera esporádica y estacional.
- Ríos: Corrientes permanentes de agua que circulan por un cauce fijo y que, habitualmente, tienen un largo recorrido.
Fenómenos de Erosión, Transporte y Sedimentación
Los diferentes tipos de corrientes producen fenómenos de erosión, transporte y sedimentación, cada uno con características particulares:
Aguas Salvajes
El paisaje característico de las aguas salvajes son las badlands. Se forman en terrenos blandos, poco consolidados, como arcillas, arenas o cenizas volcánicas. Se generan crestas, denominadas cárcavas, que son grandes conjuntos de surcos y socavones que canalizan las aguas salvajes. Si alguno de estos surcos sigue profundizando en el terreno, llega un momento en el que podemos hablar de un barranco. Los regueros formados por las aguas salvajes retiran materiales y originan surcos que se agrupan y excavan otros mayores. Tras las fuertes lluvias, pueden ocurrir deslizamientos de tierra. La erosión puede generar un terreno con profundos surcos separados por crestas afiladas, denominado en ocasiones, incorrectamente, lapiaz (el lapiaz es una forma de modelado kárstico).
Torrentes
Los torrentes son los agentes erosivos más importantes de las altas montañas. Se dividen en varias partes:
- Cuenca de recepción: Recoge las aguas de lluvia y, al descender, va arrancando las partículas del lecho del torrente. En esta zona predomina la erosión.
- Canal de desagüe: Constituye el torrente propiamente dicho. Recibe las aguas de la cuenca de recepción y sigue habiendo erosión.
- Cono de eyección: Se acumulan los depósitos transportados por el torrente, denominados aluviones. Estos están formados por materiales de tamaño muy variado. A diferencia de un río, donde la fuerza disminuye gradualmente permitiendo una sedimentación selectiva (los sedimentos más pesados se depositan antes), el torrente, debido a su fuerza, arrastra y deposita todo tipo de sedimentos sin distinción de tamaño.