Erradicación de la Inmunidad Parlamentaria: Argumentos para Combatir la Corrupción de Congresistas

Introducción: El Debate sobre la Inmunidad Parlamentaria

En los últimos años, se ha observado un incremento en los delitos cometidos por congresistas, quienes a menudo no pueden ser procesados judicialmente debido a la figura de la inmunidad parlamentaria.

Esta ley ampara a los parlamentarios para que no puedan ser procesados judicialmente ni apresados sin la autorización previa del Congreso de la República o de la Comisión Permanente. Esta protección se extiende desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado en sus funciones, con la única excepción del delito flagrante.

Durante mucho tiempo, varios congresistas han quedado impunes ante el Poder Judicial. Por ello, surge la siguiente controversia: ¿Es inadecuado que se erradique la inmunidad parlamentaria en el país?

Postura: A Favor de la Erradicación

En mi opinión, estoy de acuerdo con erradicar la inmunidad parlamentaria. A continuación, defenderé mi postura basándome en la necesidad de combatir la corrupción y garantizar la igualdad ante la ley.

Argumentos a Favor de la Eliminación de la Inmunidad

La Inmunidad como Escudo para el Beneficio Propio

La permanencia de la inmunidad parlamentaria permite que muchos funcionarios busquen el poder únicamente para obtener beneficios personales y evadir responsabilidades penales. La mayoría solo busca llegar al poder por beneficio propio.

Casos que ilustran esta problemática incluyen:

• Edwin Donayre: Este congresista, junto con otros 40 implicados, solicitó y recibió, sin sustento ni justificación, pedidos extraordinarios de combustible (petróleo y gasolina de 84 octanos), el cual habría sido desviado a grifos particulares. Debido a esto, fue condenado a cinco años y seis meses de prisión efectiva por el delito de peculado.
• Héctor Becerril: Fue acusado de recibir una coima para remodelar su vivienda a cambio de garantizar una obra en Chiclayo.

Garantizando el Procesamiento Judicial y la Justicia

Erradicar la inmunidad parlamentaria es crucial para que los congresistas puedan ser procesados judicialmente como cualquier otro ciudadano. El proceso judicial se encarga de brindar justicia y soluciones en casos donde se incumplen las leyes.

Un congresista que infrinja la ley, ya sea por corrupción o delitos flagrantes, debe estar expuesto a ser sancionado por el Poder Judicial. La ley debe aplicarse sin distinción de cargo.

Un ejemplo vendría a ser Luciana León, quien podría ser sancionada por 15 años por crimen organizado. La posibilidad de enfrentar la justicia sin el obstáculo de la inmunidad es un disuasivo necesario.

Conclusión: Hacia la Responsabilidad Política

Por todo lo mencionado, considero que la erradicación de la inmunidad parlamentaria es imperativa. Eliminar esta figura legal aseguraría que los congresistas piensen dos veces antes de cometer delitos o beneficiarse de su posición de poder, fortaleciendo así la transparencia y la responsabilidad política en el país.