La Escritura Libraria y Documental en la Baja Edad Media

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La Escritura Libraria y Documental (Siglos XII-XV)

El uso de la escritura libraria y documental, desde las primeras décadas del siglo XII hasta finales del XV, produjo una multitud de grupos con ciertos rasgos distintivos. Esto trajo problemas en las nomenclaturas, ya que tanto los maestros de escritura como los amanuenses se servían de diferentes estilos de letras. Para contrarrestar estos problemas, se creó en 1953 en París el Primer Coloquio Internacional de Paleografía, aunque estas soluciones únicamente servían en el norte de Francia, en parte de Alemania y en los Países Bajos. Pese a estos problemas terminológicos, es complicado fijar una clasificación de las escrituras góticas.

Tipos de Escritura en Códice

Dentro de la escritura de códices o libros, que por su naturaleza es pausada, existen tres tipos distintos:

  • La caligrafía de los manuscritos lujosos y de los libros litúrgicos.
  • Escritura cursiva libraria.
  • Litterae scholasticae o escrituras universitarias.

El Auge de las Lenguas Románicas

En la Baja Edad Media encontramos los primeros despuntes de las lenguas románicas como instrumentos literarios. En Castilla, el "román paladino" de Berceo encuentra en el Mester de Clerecía su primer empleo propiamente librario. Así pues, las obras de Berceo o el Arcipreste de Hita, llenas de sabiduría libresca, otorgan un gran estatus al castellano. Alfonso X se encontraba en una época donde ya podía abandonar el latín en su cancillería. A partir de entonces, y gracias a la obra del sabio rey, el castellano contará con los recursos suficientes para emplearse no sólo en textos literarios sino también en textos legales y científicos.

El Auge de los Reyes Bibliófilos

La Baja Edad Media es la época de los reyes bibliófilos. Comenzando con Alfonso X en Castilla, Jaime I el Conquistador en Aragón y Teobaldo I, el rey trovador, en Navarra. A partir de ellos, raros serán el rey o el hijo de rey que no se enorgullezcan de poseer una rica biblioteca. La bibliofilia pasó a la nobleza con nobles tales como don Juan Manuel, Enrique de Villena o el Marqués de Santillana, quienes no son más que la cabeza visible de una pléyade de nobles ávidos.

Libros de Lujo y Miniatura

De esta manera, surgen nuevos libros de lujo, confeccionados para la nobleza y los reyes. El libro de lujo de esta época utilizó un tipo de letra gótica muy particular: las rúbricas y las iniciales en rojo y azul alternativamente destacan con gran viveza. Gracias a la brillante actividad de la miniatura castellana, aparecen los códices prolijamente ilustrados, como la Biblia de la Casa de Alba y la Crónica del Caballero Zifar, de la Biblioteca Nacional de París. En el área aragonesa también podemos encontrar una producción libreria de primera calidad destacando el Libro de los privilegios de Mallorca, donde se revela una intensa influencia italiana. Otro ejemplo lo encontramos en Barcelona con el cabildo de la Catedral encargado en 1398 al Misal de Santa Eulalia, una de las obras más bellas y originales de la miniatura catalana.

La Gótica Bastarda

Por último, la gótica bastarda, también denominada como "híbrida" por ser intermedia entre la littera textualis formata y la agilidad de la cursiva. De influencia francesa, en España se utilizó casi únicamente en la Corona de Aragón. Sus características son principalmente el claroscuro vertical y el rompimiento de las curvas de m, n, u, así como la particularidad de ejecución de los caídos: gruesos en su parte superior y muy finos en la inferior de determinadas letras, como f, s y p.

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