La Escucha Activa: Clave para una Comunicación Efectiva
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La Escucha Activa
La escucha activa es un proceso de comunicación que demuestra al hablante que el oyente le ha entendido.
A la escucha activa también se le conoce como comunicación bidireccional, básicamente implica emisor y receptor; precisando la información recibida, solicitando aclaraciones y comprobando lo que el oyente ha entendido.
La escucha activa permite que las personas sean conscientes de los procesos intelectuales y emocionales que forman parte del circuito comunicativo.
El Escuchar Activo
La escucha efectiva valida y aumenta la capacidad de acción del habla, el escuchar es lo que dirige todo el proceso de comunicación.
Escuchar = Percibir (no solo oír) + (Silencio) + Interpretar (de acuerdo al foco y del "Para qué")
Oír es la capacidad biológica que poseen algunas especies vivas de ser estimuladas por perturbaciones ambientales en forma tal que generen el dominio sensorial llamado sonido, por lo cual es un fenómeno biológico por el cual podemos distinguir sonidos en nuestras interacciones con un medio el que puede estar constituido por otros seres vivos e inclusive personas.
Escuchas Efectivas
Foco en la inquietud del otro: El que escucha se abstiene de juzgar a la persona que está hablando, intentando ver las cosas también bajo el punto de vista del interlocutor.
Foco en tu objetivo, tu Inquietud: Es la escucha que esta dirigida a tu ¿para qué? Que fue establecida por vos antes de tener esta conversación, es el tipo de escucha que está esperando la oportunidad de insertar su objetivo dentro de la conversación. Ejemplo, cuando mi objetivo es vender mi auto, escucho todo para la oportunidad de venderlo, seguramente empezaré a escuchar negocios que antes de pensar en venderlo no escuchaba.
Pilares de una Escucha Efectiva
- Hacer saber que se comprende bien.
- Pedir una aclaración cuando no se comprende algo.
Cuando dejamos hablar sin interrumpirlas, escuchando en silencio, la mayoría de las personas dan naturalmente un cúmulo de informaciones. Utilizando únicamente, en la relación, fórmulas con “Hum., hum….”, “Entiendo”, “Ya veo”, “Esto no lo sigo”, que demuestran claramente que sigue las palabras de su interlocutor. Cuando estamos en silencio, en escucha total, solo tenemos dos razones para tomar la palabra.
Cierre
Concluye la conversación. Suele incluir una fórmula de despedida. Además se habrán abarcado todos los temas y todos los participantes sacarán conclusiones en cuanto a las diferentes perspectivas de lo hablado.