Escultura Barroca Italiana: La Influencia de Gian Lorenzo Bernini

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La Escultura Barroca Italiana: La Influencia de Gian Lorenzo Bernini

La escultura barroca italiana gira en torno a la figura de Gian Lorenzo Bernini, cuya influencia se extiende hasta el final del Barroco. Es el artista más influyente y principalmente escultor. Concibe la escultura como un conjunto de disciplinas. Muestra la influencia de Rafael, Miguel Ángel y, en menor medida, Leonardo. Trabaja sobre todo en mármol, trata de plasmar el color por lo blanco de la piedra, es un virtuoso a la hora de la talla, a pesar de no tener formación teórica. Su escultura tiene naturalismo, formas verosímiles, estudio de aspectos fisonómicos y anímicos. Es un artista capaz de transmitir emociones, no solo simples, sino que puede mostrar expresiones como el dolor y el placer unidas. Busca el clímax máximo en la composición para conseguir la máxima expresión. Trata de involucrar al espectador dentro de esta composición, sus figuras se introducen en el espacio y se mueven y preferentemente son para ser vistas desde un único punto, aunque sea de bulto redondo. Su escultura marca una época.

Gian Lorenzo Bernini: Obras y Etapas

Las primeras muestras barrocas en esta disciplina aparecen en el último tercio del siglo XVI, prolongándose hasta el segundo tercio del XVIII, siendo Roma el centro artístico principal. Bernini se inicia como escultor en colaboración con su padre (Pedro Bernini) -Rapto de Proserpina- a la vez que estudia los modelos helenísticos, que se reflejan en las obras de su etapa juvenil como son La cabra Amaltea o el David, en el que se aprecia su gran tendencia al movimiento. Esta exaltación del movimiento se acentúa en obras como el grupo de Apolo y Dafne. También son de esta primera etapa la estatua de Santa Bibiana, con profundos efectos de luz en los ropajes; el busto de Constanza Buonarelli o el retrato de Inocencio X, en los que Bernini se revela como un magnífico retratista.

En 1638 realiza la estatua de San Longino, para el crucero de la basílica de San Pedro, de proporciones colosales y típicamente barrocas en sus contrastes de luz y su efectismo de movimientos. Destaca también la Cátedra de San Pedro, en el ábside central de la Basílica vaticana, en el que abre un vano de profuso barroquismo decorativo. Su obra maestra la realiza en 1646 para la Capilla Cornaro de Santa María de la Victoria, de Roma: El éxtasis de Santa Teresa, con la que alcanza la máxima madurez en sus características. Composición similar es la de la Beata Ludovica Albertona.

Su escultura funeraria está representada por dos obras principalmente, los sepulcros de Urbano VIII y Alejandro VII, en San Pedro de Roma, con los que fija el modelo típico de sepultura barroca.

Fuentes y Última Etapa

Otro conjunto de obras corresponde a las fuentes, en las que utiliza el valor decorativo del agua, destacando la del Tritone y la de la Plaza Navona, atribuyéndosele el trazado de la Fontana di Trevi.

En su última época realiza diversos retratos -Luís XIV, Francisco I de Este- en los que no cuida tanto el aspecto psicológico como en los de su etapa juvenil. Finalmente, es importante destacar la estatua ecuestre de Constantino, que presenta fuertes efectos de luz y movimiento.

Otros Escultores Barrocos Italianos

Otros escultores barrocos italianos destacables son:

  • Stefano Maderno: trabaja en Roma, -Santa Cecilia-.
  • Alejandro Algardi: obras que siguen la corriente manierista y opuestas a las de Bernini, con menos movimiento y menos efectistas, -estatua de Inocencio X y el sepulcro de León XI-.
  • Camilo Rusconi: autor de inicios del siglo XVIII que sigue la corriente de Bernini -sepulcro de Gregorio XIII-.

Por último, mencionar una obra destacada, de autor anónimo -aunque se le atribuye a Bernini-, la Fontana di Trevi, en la que intervienen varios artistas, como se ha mencionado.

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