Escultura Barroca: Obras Maestras y Contexto Histórico

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Ejemplos:

  • El rapto de Proserpina: grupo escultórico que representa a Proserpina siendo raptada por Plutón; la composición, figura serpentinata, es reminiscencia del Manierismo y permite una observación simultánea del rapto y de la petición de Proserpina a su madre de regresar durante seis meses a la Tierra; destacables son los detalles, Proserpina empuja la cabeza del dios estirando su piel y los dedos de éste aprietan cruelmente la carne de la diosa.
  • Apolo y Dafne: Se representa el momento en el que la ninfa se metamorfosea en laurel, produciéndose una dicotomía entre el movimiento y la quietud, por un lado, y lo pulido y lo rugoso, por otro.
  • Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto en bronce de la estética barroca sobre la tumba del apóstol, de 29 metros de altura, recargado con abundantes elementos decorativos, tratamiento distinto y rupturista de los órdenes clásicos, cuatro columnas salomónicas con capitel de orden compuesto sostienen un entablamento ondulado, coronado por un dosel, decorado con figuras de ángeles y niños, sobre el que se alzan cuatro volutas que convergen en el globo terráqueo que sostiene una cruz.
  • Éxtasis de Santa Teresa: Muy efectista y teatral, el pesado cuerpo de la santa aparece sobre las nubes, algo insólito en escultura, destacando además los pliegues y ligereza de la túnica; Bernini nos ofrece de nuevo una imagen momentánea: el momento en que el ángel levanta el dardo para volverlo a clavar e insuflar de amor por Dios a Teresa; esta escena escultórica se integra en un gran marco arquitectónico también compuesto por Bernini.
  • Fuente de los Cuatro Ríos de la Plaza Navona de Roma: Entre sus obras urbanísticas sobresalen las fuentes, en ésta la fuente central consta de un obelisco egipcio y en cada costado la representación de los ríos más caudalosos, obra de sus discípulos.

Escultura Barroca en Francia

En Francia, las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza.

La escultura francesa del siglo XVII, al igual que la arquitectura, tuvo por encima de todo carácter oficial y cortesano, en que prevaleció la exaltación del soberano y de los grandes artífices de la monarquía francesa. La obra religiosa pasó a un segundo plano y fue sustituida por retratos, estatuas o monumentos funerarios que perpetuaban la labor del soberano y las principales personalidades de la Francia del Barroco. Además, la floreciente arquitectura palaciega demandó de la escultura numerosos encargos para la decoración interior y de los inmensos parques y jardines que rodeaban los principales edificios.

La ortodoxia clasicista promovida desde la Academia tuvo en la obra de François Girardon a su más directo exponente; sin embargo, a finales de siglo el gusto declinó hacia el espíritu más barroco de Antoine Coysevox y, sobre todo, de Pierre Puget, que pese a ser denostado por el Clasicismo dominante en Francia será el más barroco de los escultores franceses de todos los tiempos; otros, considerados de segunda fila, ayudaron a engalanar la arquitectura palaciega.

Obras Destacadas

  • Apolo atendido por las ninfas, de François Girardon: los grandiosos jardines de Versalles sirvieron de escenario perfecto para el programa alegórico de la fábula de Apolo; la secuencia que se iniciaba con el nacimiento del dios en el estanque de Latona culminaba en la Gruta de Tetis con el auxilio de las ninfas; Girardon esculpió una de las obras cumbres de la escultura francesa, sofisticada composición en forma abierta y bajo un concepto paisajístico próximo al helenismo, lo que resulta evidente en el ademán del Apolo sedente, que denuncia su relación evidente con la escultura clásica.

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