La escultura expresionista española: Eduardo Chillida y Jorge Oteiza
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La escultura expresionista española: Eduardo Chillida y Jorge Oteiza (escultura vasca)
El precursor de la escultura expresionista española fue sin duda Julio González (1876-1942). Enseñó a Picasso la técnica de soldadura, colaborando con él entre 1928-1932. Aprendió a trabajar el metal en el taller de su padre en Barcelona. Asistió a clases nocturnas en la Escuela de Bellas Artes. En 1900 se traslada a París. Gran maternidad (1934), período de estilo abstracto, empleo de formas desnudas, casi lineales para jugar con el espacio y representar a los personajes. Monserrat (1937), expresionismo dramático por la situación bélica de la Guerra Civil. Se presentó en el pabellón de la República Española de la Exposición Internacional de París junto al Guernica de Picasso.
Jorge Oteiza (1908-2003): nace en Orio (Guipúzcoa). La biología del espacio, así sería su concepto escultórico. Una obra caracterizada por el equilibrio y la simplificación formal. Dejó los estudios de medicina para estudiar en la Escuela de Arte y Oficios. En sus inicios estuvo influenciado por Picasso. En 1935 viajó a Sudamérica junto a Balenciaga. Se impregna del Cubismo, Constructivismo y el arte étnico-primitivo (Gauguin, Picasso, Derain, Brancusi y Epstein, entre otros). Primer premio de escultura en la Bienal de São Paulo (Brasil), 1957.
Noción-clave: inmerso en una investigación abstracta hacia la geometrización escultórica.
Activación espacial a partir de un uso exhaustivo del vacío y lo negativo.
Friso de los apóstoles (1950): estatuaria para el friso y la fachada de la Basílica de Nuestra Señora de Arantzazu (1950).
Laboratorio Experimental: cientos de maquetas, piezas de tiza, papel, latón, escayola, madera... forman el llamado Laboratorio de ideas: indagaciones plásticas.
Caja metafísica (1958): resultado de años de investigación y trabajo donde refleja conceptos de fuerza, pureza, espiritualidad...
Eduardo Chillida (1924-2002): nace en San Sebastián. En 1943 se traslada a Madrid para estudiar arquitectura, abandonándola en 1947 para dedicarse al dibujo y a la escultura. Adquiere la base para esa relación entre volúmenes y espacio. Amigo de Pablo Palazuelo, admirarán las obras de Picasso, Julio González o Constantin Brancusi. Fascinación por la escultura arcaica griega del Louvre. Una primera etapa marcada por estas influencias figurativas fue evolucionando. Período en París con visitas frecuentes al Louvre hasta que regresa al País Vasco para trabajar en la fragua de Manuel Illarramendi, arte en forja.
Su primera escultura abstracta fue Ilarik (1951): una austera y “primitiva” escultura de hierro y madera a modo de estela. Sienta las bases en su obra donde conceptos como el espacio, la materia, el vacío o la escala estarán presentes en toda su producción artística. Destacan: Yunque de sueño X (1962); Elogio del aire; Música callada; Rumor de límites o El Peine del viento (distintas versiones durante más de 15 años, culminada en 1977); Elogio de la luz; Elogio del agua (Barcelona, 1987); Elogio del horizonte (Gijón, 1990); Monumento a la tolerancia (Sevilla, 1992), Berlín, 2000, (simbolizando el espíritu conciliador de la nueva Alemania unificada); etc.
Arquitectura de finales del siglo XX y comienzos del XXI
Los arquitectos estrellas y su repercusión mundial
Uno de los requisitos para ser un verdadero arquitecto estrella es la recogida del Premio Pritzker, inaugurado en 1982, y confusamente definido como premio otorgado a “arquitectos vivos cuyo trabajo demuestra la combinación de las cualidades como talento, visión y compromiso, que han producido consistentes y significativas contribuciones a la humanidad y al entorno construido a través del arte de la arquitectura”.
Para la economía urbana, las contribuciones a la humanidad realizadas por este tipo de arquitecturas, si bien son valorables, no resultan del todo completas al beneficiar, en la mayor parte de los casos, a sólo una parte de la sociedad.
Características de la arquitectura estrella:
- Se trata de arquitecturas iconográficas.
- Sus presupuestos son elevados.
- La repercusión mediática y el “capital simbólico” generados.
- Las innovaciones que plantean van dirigidas a resultados de gran espectacularidad o belleza. Buscan la diferenciación más que la innovación como experimentación o investigación.
- Son objetos descontextualizados, globalizados y globalizadores.
- Deben estar construidas por un miembro del Star System.
En España la apertura del Museo Guggenheim diseñado por Frank Gehry obró milagros en Bilbao. Gracias a este prodigio de la arquitectura icónica, la ciudad voló de la grisura posindustrial a los brillos de la economía terciaria.
Arquitectura estrella... de la propaganda
Dirigentes totalitarios emplean proyectistas de fama para erigir símbolos de supuesta apertura.
Hace unos años, Rem Koolhaas declaró estar convencido de que su sede para la televisión china en Pekín, un enorme rascacielos espectacularmente fotogénico, contribuiría a llevar el progreso y la democracia a China. No se le ocurrió pensar que si ya tenían el símbolo puede que no necesitaran el cambio.
Por esas fechas, Norman Foster concluía en Astaná, la actual capital de Kazajistán, su primera gran aportación al urbanismo de esa ciudad: la inmensa pirámide del Palacio de la Paz y la Reconciliación. Más allá de Nursultán Nazarbáyev —el presidente kazajo que, en 1997, hizo coincidir la fundación de esa nueva urbe con el día de su cumpleaños—, Foster es el gran protagonista de la operación urbanística que quiere transformar un antiguo pueblo de la estepa en la primera capital del siglo XXI.
El último ejemplo de cómo la mejor arquitectura está sirviendo a regímenes totalitarios para enviar un mensaje de progreso adquiere las formas curvas del nuevo edificio firmado por Zaha Hadid: el Centro Cultural Heydar Aliyev. Levantado en Bakú (Azerbaiyán), quiere contribuir a la modernización y, por tanto, democratización, de la antigua república soviética. Pero evidentemente no lo tiene fácil.
Arquitectos estrella: Frank Gehry, Santiago Calatrava, Norman Foster y Zaha Hadid
Frank Gehry
(1929). Sus obras arquitectónicas son puro arte, “esculturas” suele llamarlas él mismo.
Frank Gehry es autor de edificios llamados a perpetuarse y capaces de regenerar una ciudad como ocurrió con el Museo Guggenheim de Bilbao. Otros edificios similares como la Sala de Conciertos Walt Disney de Los Ángeles.
Museo Guggenheim (Bilbao). Destaca por las formas curvilíneas en forma de barco varado en la ría, que están recubiertas de piedra caliza, cortinas de cristal y planchas de titanio.
Santiago Calatrava (Balenciaga)
(1951). Arquitecto, ingeniero civil y escultor español. Posee influencias de Fernando Higueras, Jørn Utzon, Antoni Gaudí y las arquitecturas gótica y romana.
Una de sus primeras obras importantes es la Estación de Ferrocarril del Aeropuerto de Lyon (1989). Dos años después creó su tercer despacho, esta vez en Valencia, donde trabajaba en un proyecto de grandes dimensiones, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias.
Norman Foster
(1935). Es un arquitecto británico. Ha sido galardonado con el premio Pritzker en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009.
Los proyectos iniciales de Foster se caracterizan por un estilo "High-tech" muy pronunciado. Más adelante las líneas de sus edificios se suavizan y desaparece en buena parte ese carácter técnico llevado al extremo. En todo caso, los proyectos de Foster y sus socios llevan un marcado sello industrial.
Zaha Hadid
(1950-2016). Ganador de numerosos premios internacionales de arquitectura. Logró convertir sus dibujos y fantasías en edificios.
Hadid diseñó una colección de mobiliario urbano, en el que destaca su banco Serac. El banco está hecho en una resina especial mezclada con cuarzo natural, rígido y resistente que, además, refracta la luz para contrastar la pieza.
Tratando de romper los límites de la arquitectura, hablaba de convertir los edificios en paisaje y de repensar los límites físicos de las construcciones.