La Esencia del Hombre y la Crítica de la Religión: De Feuerbach a Marx
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Feuerbach: La Proyección Humana de lo Divino
Este texto aborda la filosofía de Ludwig Feuerbach, quien postula que la afirmación “el hombre es Dios para el hombre” evoluciona hacia la comprensión de que “el hombre es para el hombre el ser supremo”. La idea principal de Feuerbach radica en desvelar la esencia del hombre en el fenómeno religioso. Establece una clara diferenciación entre el hombre, el animal y Dios como ser supremo.
Feuerbach expone a Dios y al hombre como dos extremos opuestos: uno como ser infinito y el otro como finito; uno eterno y el otro temporal; uno perfecto y el otro imperfecto; Dios como santo y el hombre como pecador. Sin embargo, Feuerbach rechaza la mediación de Dios, argumentando que Dios es meramente una proyección del hombre, una creación humana. El hombre posee una grandeza inherente, aún sin desarrollar, que proyecta en aquello que denomina Dios. Por lo tanto, es preciso reconocer que ese “Dios” es, en realidad, el hombre mismo, pues ese es su verdadero nombre.
Si el hombre necesita de Dios para expresar su propia aspiración, algo de sí mismo se pierde, quedando alienado. Feuerbach recurre a la necesidad de la psicología humana, que exige un ser capaz de realizar la plenitud de sus anhelos y aspiraciones. En Dios, el hombre se completa; en Dios, el hombre es perfecto. Dios se convierte en una necesidad para él, pues siente que le falta algo, sin saber qué es. Dios es ese “algo” que le falta, indispensable y perteneciente a su esencia. Desde esta perspectiva, Feuerbach aprovecha para señalar los aspectos negativos de la religión.
Con Ludwig Feuerbach, la crítica adquiere el carácter de una filosofía de la religión. Este pensador asume el pensamiento hegeliano, pero lo despoja de su carácter puramente especulativo y lo aplica al terreno humano, que es lo que realmente existe. De este modo, disuelve la filosofía especulativa en antropología, ya que es en el existente humano donde se encuentra la verdad. Para Feuerbach, los predicados religiosos hipostasiados en Dios no deben ser negados, sino transferidos al hombre, a quien pertenecen primariamente.
En conclusión, para Feuerbach, la esencia del hombre es también la esencia de la religión.
Marx: La Crítica Materialista y Social de la Religión
Este segundo texto, obra de Karl Marx, constituye una introducción a su crítica de la filosofía del derecho de Hegel. El fundamento de la crítica antirreligiosa de Marx es que “el hombre hace la religión y no la religión al hombre”.
Marx tomó de Feuerbach el materialismo y el ateísmo. Al igual que él, sostenía que la negación de Dios es indispensable para la construcción de un verdadero humanismo y que Dios no es sino fruto de la alienación del propio hombre, quien cree en un cielo irreal. Marx reconoce a Feuerbach el mérito de haber disuelto el mundo religioso en su base profana, pero le critica el no haber explicado suficientemente por qué el hombre crea la religión.
Marx argumenta que el hecho de que la base profana se separe y se asigne a sí misma un reino independiente “en las nubes” es un fenómeno que solo puede explicarse mediante el íntimo desgarramiento y la contradicción interna de esta misma base profana. Para Marx, la religión es un efecto de la injusta estructura social. Y, en segundo lugar, se transforma en una causa que refuerza la injusticia, al dotarla de una aparente sacralidad.
El marxismo da un paso más allá que el ateísmo de Feuerbach, porque, lejos de reinterpretar lo divino, lo identifica con lo profano. De esta manera, la idea de Feuerbach de que “el hombre es Dios para el hombre” se consolida en la afirmación de que “el hombre es para el hombre el ser supremo”, pero ahora con un fundamento socioeconómico.
Resumiendo el pensamiento de Marx en su crítica a la religión, podríamos decir que su enfoque progresa en etapas:
- Primero, siguiendo a Feuerbach, critica la religión por vía de la filosofía.
- Luego, aborda la religión y la filosofía por el procedimiento político.
- Finalmente, analiza la religión, la filosofía y la política desde el punto de vista económico.