Espacios Públicos No Civiles: Un Análisis de Zygmunt Bauman

Espacios Públicos No Civiles: Un Análisis de Bauman

Introducción

Para Zygmunt Bauman, uno de los fenómenos más curiosos de nuestra época es el surgimiento de espacios públicos que, a pesar de su apariencia, no son civiles. Estos espacios, en lugar de fomentar la integración social y la colectividad, la desincentivan. Bauman analiza este fenómeno a través de dos ejemplos: los barrios de negocios y los centros comerciales.

El Barrio de Negocios: Un Espacio Inhóspito

Bauman utiliza como ejemplo la Defensa de París, un espacio impresionante pero inhóspito. Su arquitectura, aunque imponente, desalienta la permanencia. Los edificios, reflectantes y posmodernos, distorsionan el exterior y crean una sensación de coto cerrado. La falta de bancos, árboles y otros elementos que inviten a la interacción social refuerza esta sensación de exclusión. La remodelación actual, con la inclusión de árboles y la diversidad arquitectónica, busca contrarrestar esta atmósfera, creando un contraste con el viejo París.

Los Centros Comerciales: Un Paraíso del Consumo

Los centros comerciales, según Bauman, están diseñados para convertir al individuo en consumidor. Estos espacios fomentan la acción de comprar, pero no la interacción social. La multitud presente se reduce a una asociación numérica de individuos, y la interacción, si existe, es breve y superficial. La interacción que se produce está mediada por el mercado y el intercambio económico, creando una identidad individual y subjetiva que no reconoce a la gente.

El Centro Comercial como Paraíso Artificial

Vicente Verdú describe los centros comerciales como un "paraíso sin dios", donde el tiempo, el clima, la música y la iluminación están controlados. Fuentes, árboles y paisajes artificiales crean un espacio sin miedos, inseguridades, suciedad, pobreza, mendigos o control del tiempo. Este espacio aislado del tiempo de trabajo busca trasladar a los individuos la idea de alcanzar sus sueños.

El Consumo como Elemento Central de la Percepción del Mundo

Según Crawford, los centros comerciales hacen realidad la idea de que el consumo está presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana. El consumo se convierte en el elemento central de la percepción del mundo, permitiendo conocer los niveles de renta de los individuos. La publicidad y la legibilidad de las opciones caras y baratas refuerzan esta idea. En los centros comerciales, todo se organiza para que el individuo construya su identidad a través del consumo. La disposición de las puertas, las escaleras mecánicas, los bancos y las fuentes no es casual. Estos elementos crean una adicción medioambiental que suspende el tiempo y el espacio, diluyendo el criterio y la personalidad del individuo. Los gestores de los centros comerciales, conscientes de este efecto, buscan convertir a los consumidores orientados en compradores compulsivos.

La Atracción Adyacente y la Suspensión del Valor de Uso

Los gerentes de los centros comerciales utilizan la "atracción adyacente", colocando objetos diversos y sin relación entre sí. Según Sennet, esto provoca la suspensión temporal del valor de uso de un objeto, que al estar descontextualizado, genera el deseo de adquirirlo.

Conclusión

La proliferación de centros comerciales a nivel mundial está provocando que cada vez más personas asocien el ocio y el placer con el consumo. Estos espacios, diseñados para fomentar el consumo, crean una realidad artificial que desdibuja la identidad individual y la interacción social.