La España de 1808: Conflicto, Resistencia y el Legado de las Cortes de Cádiz
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La Crisis de 1808 y la Guerra de Independencia Española
El año 1808 marcó un punto de inflexión en la historia de España. Carlos IV abdicó en favor de su hijo Fernando VII, pero Napoleón Bonaparte los obligó a ambos a abdicar, cediendo la corona a su hermano José Bonaparte. Este se convirtió en rey de España y promulgó el Estatuto de Bayona, una carta otorgada que pretendía modernizar las estructuras políticas españolas y adaptarlas al modelo francés.
El 2 de Mayo de 1808, cuando la familia real española pretendía abandonar el Palacio de Oriente, el pueblo de Madrid se amotinó. Al conocerse la situación, la insurrección se extendió por todo el territorio español, que quedó dividido en dos bandos. No solo era una guerra contra el invasor, sino también una guerra civil y de guerrillas.
Bandos en Conflicto durante la Guerra de Independencia
Los territorios ocupados por el ejército francés contaban con el apoyo de los afrancesados, reformistas ilustrados que buscaban una modernización pacífica del país bajo el nuevo régimen. Por otro lado, la resistencia afirmaba luchar en nombre de Fernando VII. Dentro de este bando, se distinguían dos corrientes principales:
- Los liberales: Partidarios de una monarquía constitucional y parlamentaria, inspirados en los principios de la Revolución Francesa.
- Los absolutistas: Defensores acérrimos de la monarquía absoluta y del Antiguo Régimen.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Para controlar la situación en las zonas no ocupadas por el ejército francés, se crearon juntas locales que se integraron en juntas provinciales, asumiendo la autoridad en nombre de Fernando VII. Bajo la presidencia de Floridablanca, la Junta Central Suprema traspasó sus poderes en 1810 a un Consejo de Regencia que se estableció en Cádiz y convocó las Cortes Generales.
Estas Cortes se reunieron en una asamblea única, no por estamentos, lo que ya representaba una ruptura con el Antiguo Régimen. Se consideraba que la asamblea representaba a la nación, no al rey, aunque se reconocía a Fernando VII como el soberano legítimo. Al mismo tiempo, se reconocía a las Cortes el poder constituyente, es decir, la capacidad de formular una ley única y fundamental: una Constitución.
Principales Grupos Ideológicos en las Cortes de Cádiz
En las Cortes de Cádiz, se distinguieron tres grupos ideológicos principales:
- Los liberales: Defendían la soberanía nacional, la división de poderes y la igualdad jurídica. Eran la fuerza impulsora de las reformas.
- Los absolutistas: Defensores extremos de la monarquía tradicional, que querían la soberanía exclusiva del rey y el mantenimiento del Antiguo Régimen.
- Los jovellanistas: Un grupo intermedio, herederos de la Ilustración, que buscaban reformas graduales y un equilibrio entre la autoridad real y la representación nacional.
La mayoría de los diputados de Cádiz pertenecían al grupo de los liberales, lo que reflejaba la opinión mayoritaria del pueblo español en favor de un cambio profundo.