España en 1808: Crisis del Antiguo Régimen y el Origen del Liberalismo
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La Crisis del Antiguo Régimen y el Inicio del Liberalismo en España (1808)
La crisis del Antiguo Régimen es un proceso de cambio profundo que, en el ámbito político, transita desde las monarquías absolutistas hasta las monarquías constitucionales parlamentarias. Este proceso, fuertemente influido por la Revolución Francesa, se divide en dos etapas fundamentales en España:
- La Guerra de Independencia (1808-1814), insertada en el desarrollo y la posterior caída del imperio napoleónico.
- El reinado de Fernando VII (1814-1833), que supuso un intento de restaurar y conservar el absolutismo.
El Reinado de Carlos IV y la Ruptura del Reformismo Ilustrado
La crisis vivida durante el reinado de Carlos IV había demostrado la imposibilidad de modernizar el país por la vía del reformismo ilustrado. La Guerra de Independencia ratificó la quiebra definitiva del Antiguo Régimen y marcó el inicio de un proceso que culminaría con la Revolución Liberal, cuyas ideas penetraron con fuerza durante el conflicto con Francia. Aunque Fernando VII intentó conservar el absolutismo persiguiendo a los liberales y aplazando las reformas, el derrumbamiento definitivo de este sistema tuvo lugar a la muerte del rey.
Eventos Clave de 1807-1808: Del Tratado de Fontainebleau a las Abdicaciones de Bayona
La Grave Situación Socioeconómica y Política de 1807
A finales de 1807, la situación social y económica en España era extremadamente grave debido a las sucesivas guerras, el hambre y las epidemias. Los precios se habían disparado y el comercio con las colonias estaba colapsado desde la guerra de 1796-1797. El bloqueo continental impuesto por Napoleón a Gran Bretaña no hizo sino agravar aún más esta situación. A esto se sumaban la bancarrota del Estado y la creciente indignación de los grupos sociales contra Manuel Godoy y los reyes, lo que favorecía la figura del príncipe Fernando.
En este contexto, en 1807, se descubrió una conspiración de Fernando contra sus padres, conocida como el Proceso de El Escorial (1807), en la cual fue perdonado.
El Tratado de Fontainebleau y la Invasión Francesa
En el verano de 1807, Napoleón decidió invadir Portugal. Para ello, firmó con Godoy el Tratado de Fontainebleau el 29 de octubre de 1807, por el que Godoy autorizaba a las tropas napoleónicas a atravesar España. En pocos días, Napoleón, con sus tropas, acabó con la resistencia portuguesa, tomó Lisboa y, tras esto, decidió invadir España. La inicial simpatía y curiosidad de los españoles hacia las tropas francesas se transformó rápidamente en alarma y descontento, y comenzaron a producirse incidentes.
El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona
La noche del 17 al 18 de marzo de 1808 se produjo el Motín de Aranjuez, un levantamiento popular en el que los partidarios de Fernando asaltaron el palacio. Como resultado, Godoy fue depuesto y Carlos IV abdicó a favor de su hijo.
Como consecuencia directa de estos eventos, se produjeron las Abdicaciones de Bayona: unas negociaciones vergonzosas en las que Napoleón convocó a la familia real española (Carlos IV y Fernando VII) y logró que Fernando abdicara a favor de sus padres, y estos, a su vez, a favor de Napoleón. A cambio, Carlos IV y su hijo recibieron varios castillos en Francia y enormes rentas, mientras que Napoleón entregó la corona de España a su hermano José Bonaparte.