España en 1917: Crisis, Guerra y Desestabilización Política

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La Crisis de 1917 en España: Un Sistema en Deterioro

La crisis de 1917 marcó un punto de inflexión en la historia de España, evidenciando el fracaso de las reformas y el deterioro del sistema político. Este proceso se acentuó con el estallido de la Primera Guerra Mundial.

España se declaró neutral, beneficiándose económicamente gracias a las exportaciones de productos industriales y agrarios a los países beligerantes. Sin embargo, esto generó un grave problema de abastecimiento interno, afectando a las clases populares debido al aumento de los precios. Este contexto incrementó el malestar político y social, culminando en la crisis de 1917, resultado de la confluencia de tres conflictos principales: militar, político y social.

Crisis Militar: Las Juntas de Defensa

La crisis militar se inició en 1916 con la aparición de las Juntas de Defensa, que reclamaban aumentos salariales y se oponían a los ascensos por méritos de guerra, que favorecían a los oficiales africanistas. Inicialmente, el gobierno de Dato disolvió las juntas y detuvo a sus dirigentes, pero finalmente se vio obligado a reconocerlas.

Los militares intervinieron en los nombramientos de los ministros de Guerra y se convirtieron en los máximos garantes del orden público, consiguiendo reivindicaciones salariales y ascensos por antigüedad. No obstante, los problemas del ejército persistieron: presupuestos insuficientes, equipamiento deficiente y un exceso de oficiales.

Crisis Política: La Asamblea de Parlamentarios

La crisis política se desencadenó por la negativa del conservador Dato a reabrir las Cortes, clausuradas en 1916. La Lliga Regionalista, liderada por Cambó, convocó en Barcelona el 19 de julio de 1917 una asamblea formada por un número reducido de parlamentarios catalanistas, republicanos y socialistas.

Esta asamblea exigió, como se recoge en el Documento 1, la formación de un gobierno provisional que convocase elecciones a Cortes para deliberar sobre la organización del Estado y la autonomía regional y municipal. La iniciativa fracasó por falta de apoyos y divisiones internas. La Lliga, temerosa ante una posible revolución social, abandonó sus demandas y buscó un acuerdo con el gobierno.

Crisis Social: La Huelga General

La crisis social, aludida en el Documento 2, se inició en agosto tras un conflicto ferroviario en Valencia. La CNT y la UGT convocaron una huelga general que adquirió gran relevancia en los principales centros fabriles de Cataluña, Madrid, Asturias y País Vasco, con el objetivo de que el gobierno controlase la subida de precios.

Las fuerzas obreras exigieron, como se muestra en el documento, el fin de la monarquía y la convocatoria de Cortes constituyentes. La huelga general fracasó tras una dura represión gubernamental, y los obreros volvieron al trabajo.

Inestabilidad y Conflictividad Creciente

En 1917, la inestabilidad social y política aumentó, manifestándose en conflictividad social, auge del terrorismo e incremento de movimientos regionalistas y nacionalistas periféricos.

Gobiernos de Concentración y Fragmentación Política

Entre 1917 y 1921 se formaron 11 gobiernos distintos, con una duración de pocos meses cada uno. Se formaron gobiernos de concentración en los que participaron los regionalistas de la Lliga, debido en parte a la fragmentación de los partidos dinásticos en diferentes grupos, incapaces de formar mayorías para gobernar.

El Desastre de Annual y sus Consecuencias

En 1921, el general Silvestre inició una campaña en Marruecos para fortalecer el control alrededor de Melilla, adentrándose en el Rif sin proteger la retaguardia. Las cabilas de Abd-el-Krim atacaron el puesto español de Annual, provocando la pérdida del territorio y la muerte de 13.000 soldados españoles.

El discurso de Indalecio Prieto en las Cortes, recogido en el Documento 3, tuvo un fuerte impacto en la opinión pública y acentuó la impopularidad de la guerra y del ejército. Se creó el Expediente Picasso, y se difundió la sospecha de que el rey estaba detrás del general Silvestre. En 1923, se impuso la dictadura de Primo de Rivera.

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