España tras la Crisis de 1898: Regeneracionismo, Reformas y Movimientos Sociales
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La Crisis de 1898 y el Regeneracionismo
La pérdida de los últimos vestigios del imperio colonial español en 1898 no produjo una profunda crisis económica. En primer lugar, a pesar de las pérdidas humanas y materiales causadas por la guerra, la repatriación de capitales supuso una reactivación económica para España al finalizar el conflicto. En segundo lugar, nadie asumió las responsabilidades de la derrota; se culpabilizó al poder civil, pero ni se cambió el sistema político ni la imagen de la monarquía salió perjudicada.
El Regeneracionismo fue una corriente que cuestionó los valores y el sistema político de la época. Su figura más destacada fue Joaquín Costa, reconocido por su obra "Oligarquía y Caciquismo". El Regeneracionismo también influyó en la actividad política, apareciendo como una corriente dentro del sistema, representada tanto por liberales como por conservadores.
Las Reformas Institucionales Post-1898
Después de 1898, el gobierno llevó a cabo algunas reformas para regenerar el sistema. Con la llegada de Alfonso XIII al trono, se intensificó la inestabilidad ya existente. Los gobiernos conservadores mostraron una gran iniciativa reformista, dirigidos por figuras como Francisco Silvela y el general Pavía. Antonio Maura intentó ampliar la autonomía de la Administración y aprobó la ley de reforma electoral. Sin embargo, la dura represión que ejerció durante los conflictos sociales de 1909 provocó la destitución de su gobierno. Los liberales, por su parte, impulsaron reformas en el ámbito religioso, limitando el poder de la Iglesia, y buscaron controlar al ejército.
Los Movimientos Regionalistas y la Oposición
Regionalismo Catalán y Vasco
El Catalanismo fue el movimiento regionalista que más incidió en la política reformista a través de la Lliga Regionalista. En 1906, a raíz de la Ley de Jurisdicciones, se produjo una importante movilización catalanista, que culminó con la creación de las Mancomunidades en Cataluña. El Vasquismo, representado por el Partido Nacionalista Vasco, también proclamó algunas reivindicaciones autonomistas.
El Republicanismo
El Republicanismo constituyó la oposición parlamentaria antimonárquica más importante, con base social en las capas medias. Nicolás Salmerón fundó la Unión Republicana, y el poder se dividió posteriormente en dos partidos: el Partido Reformista y el Partido Radical.
El Movimiento Obrero
Socialismo
El Socialismo, liderado por el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), aumentó su importancia con el objetivo de transformar la sociedad y eliminar las clases sociales. Contó con el apoyo de figuras como Pablo Iglesias.
Anarquismo
El Anarquismo creó la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), utilizando la huelga general como principal método de lucha. Se organizaron numerosas huelgas para reivindicar mejoras salariales y la reducción de la jornada laboral.