La España Democrática: De la Transición al Siglo XXI
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 5,11 KB
Ambigüedad e Interpretación de la Constitución
Es intencionadamente ambigua e interpretable para dar respuesta a diferentes situaciones que pudieran ser comprometidas: aborto, divorcio, etc.
El Estado de las Autonomías
Mención especial al Estado de las Autonomías. Fue el punto más discutido. Se intentó incluir la reivindicación de los derechos históricos del nacionalismo vasco y la Generalitat catalana y una fórmula que diera respuesta al regionalismo. Para satisfacer a vascos y catalanes se empleó el término nacionalidad.
Los Gobiernos Democráticos (1979-2000)
Una vez aprobada la Constitución de 1978 comienza la andadura democrática de España como nación, y de acuerdo con ella, el rey reina pero no gobierna, teniendo un papel moderador y representativo. No obstante, en dos ocasiones la intervención del Rey fue decisiva para la consolidación de la democracia:
- En los inicios de la transición
- El intento de golpe de estado de Tejero.
En ambas ocasiones salió muy reforzado y eso explica el abundante consenso que siempre ha existido sobre la figura de Juan Carlos I.
I. Los Gobiernos de UCD
El descrédito de Suárez comenzó cuando intentó que las nacionalidades históricas consiguieran su autonomía por la vía rápida del artículo 151 y el resto de las regiones por la vía lenta del artículo 143. El referéndum de Andalucía fue el primer descalabro importante de Suárez. A estas dificultades se le unieron:
- La debilidad del gobierno al no tener mayoría absoluta
- La presión de la oposición, el PSOE especialmente
- La conflictividad social
- El terrorismo
- Las disputas internas de UCD
- La pérdida de apoyo del rey.
En ese contexto Suárez dimitió a principios de 1981.
II. Los Gobiernos del PSOE (1982-1996)
Los socialistas habían evolucionado durante la Transición. En el congreso extraordinario de 1979 abandonaron la denominación de partido marxista y se abrieron a otras corrientes de pensamiento progresista. Al mismo tiempo, ya no era el partido de vocación únicamente obrera.
Uno de los objetivos del PSOE en 1982 fue superar la crisis económica heredada de la época anterior. Con Miguel Boyer como ministro de economía, abandonaron la promesa electoral de conseguir 800.000 puestos de trabajo y se dedicaron a luchar contra la inflación, a través de una política de ajuste presupuestario y de reconversión industrial. También flexibilizaron el mercado laboral. Estas tres medidas económicas le acarrearon bastantes críticas políticas, pero, ayudados por la coyuntura internacional, consiguieron sacar a España de la crisis económica que vivía desde el 73 y pusieron las bases para un periodo de gran expansión económica que duraría hasta los fastos de 92.
La economía vuelve a mostrar síntomas de recesión y España no cumplía con los requisitos fijados por el Tratado de Maastrich para formar parte de la futura unión monetaria. Para ello se creó el Plan de Convergencia con Europa que daría sus frutos en el primer gobierno de Aznar.
Los Gobiernos del PP: 1996-2000
La mayoría minoritaria del último gobierno socialista y la del PP les hicieron recurrir a los partidos nacionalistas para gobernar. Ello les dio la posibilidad de disponer de una amplia capacidad de influencia en la gobernabilidad del país. Así consiguieron, además de concesiones concretas para sus comunidades - especialmente los catalanes -, la eliminación de la figura del gobernador civil - un triunfo simbólico frente al liberalismo centralista que se había ido imponiendo desde el siglo XIX-, el cambio en la financiación de las comunidades autónomas, etc.
En esta situación se radicalizaron y pusieron el techo de sus reivindicaciones muy alto, conscientes los partidos nacionalistas de los buenos resultados electorales que ello les deparaba. Si con los catalanes las relaciones se recondujeron, con el PNV las relaciones se tensaron progresivamente. Tras el Pacto de Estella y la tregua de ETA las posturas del PNV y del PP se distanciaron. En 1999 ETA volvía al terrorismo, el PP y el PSOE firmaron el Pacto Antiterrorista y las relaciones del PNV con el PP fueron enturbiándose progresivamente.
Tras los dos gobiernos del PP, el 14 de marzo de 2004, contra todo pronóstico, el PSOE gana las elecciones en un contexto social y político enrarecido, mediatizado y traumático por la participación española en la guerra de Irak y sobre todo por los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 que sacudieron Madrid. A partir estos momentos se vuelve a cuestionar la estructura de España con la reforma del Estatuto catalán, tema que sigue abierto en la actualidad con los planteamientos soberanistas de ERC y CIU.