España: De la Monarquía a la Guerra Civil (1930-1939)
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1. La Implantación de la Segunda República. La Constitución de 1931
1.1. Introducción
El fracaso de la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), respaldada por Alfonso XIII, supuso a corto plazo el hundimiento de la monarquía. Tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que dieron el triunfo de los republicanos en la mayor parte de las capitales de provincia y en las grandes ciudades, el rey marcha al exilio el día 14 del mismo mes, proclamándose de inmediato la II República.
1.2. El Hundimiento de la Monarquía de Alfonso XIII (1930-1931)
El intento de Alfonso XIII de volver al Régimen de la Restauración tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera terminó en un rotundo fracaso.
1.2.1. Gobierno de Berenguer
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encarga formar gobierno al general Dámaso Berenguer («dictablanda»), con el objetivo de volver a la normalidad constitucional sin hacer peligrar al rey. Sin embargo, Berenguer gobernó por decreto y dilató la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes. Esto hace crecer a la oposición, que opta ya claramente por la república. En agosto de 1930, republicanos, socialistas y catalanistas de izquierdas firman el Pacto de San Sebastián con el objetivo de acabar con la monarquía. Se crea la Asociación Republicana Militar, e intelectuales como Ortega y Gasset constituyen la Agrupación al Servicio de la República. En diciembre de 1930 fracasan las sublevaciones militares republicanas en Jaca y la de la base aérea de Cuatro Vientos. El malestar provocado por el fusilamiento de los capitanes sublevados en Jaca (Fermín Galán y García Hernández) y por el encarcelamiento del Comité Revolucionario en Madrid forzó a Berenguer a dimitir en febrero de 1931.
1.2.2. Gobierno de Aznar y la Proclamación de la II República
Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Aznar, quien organizó un gabinete de concentración con personalidades de los viejos partidos dinásticos, con la intención de dar sensación de libertad, pero sin exponerse al fracaso. Convoca elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Los monárquicos ganan las elecciones, pero el triunfo de los republicanos en la mayoría de ciudades (donde el voto era más libre al escapar del control de los caciques) fue interpretado como un deseo mayoritario a favor de la República. Alfonso XIII, aconsejado por Romanones, cesó en sus funciones y partió hacia el exilio. De inmediato, el 14 de abril de 1931, fue proclamada la Segunda República.
1.3. Instauración y Bases del Nuevo Régimen
1.3.1. El Gobierno Provisional
Tras la proclamación de la II República se forma un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora (representaba el moderantismo republicano por sus convicciones católicas y conservadoras). En dicho gobierno tuvieron cabida casi todas las opciones políticas: centro (radicales de Lerroux y radicales socialistas de Marcelino Domingo), izquierda (socialistas como Indalecio Prieto, Largo Caballero y Fernando de los Ríos y Alianza Republicana de Manuel Azaña) y regionalismos (representados por el catalán D'Olwer y el gallego Santiago Casares Quiroga). Quedaban fuera del gobierno: la extrema izquierda (anarquistas y comunistas), la derecha (monárquicos y tradicionalistas) y partidos regionalistas conservadores (PNV y Lliga). La Segunda República tuvo una entusiasta recepción popular, ya que se tenía la esperanza de que supusiera la regeneración y modernización de España. El cambio de régimen vino a significar el paso del poder de las clases dominantes a las clases medias, los intelectuales pequeño-burgueses y la clase obrera. Sin embargo, este cambio político no vino acompañado de un cambio profundo de las estructuras socioeconómicas.
1.3.2. La Constitución de 1931
En junio de 1931 se celebraron las elecciones a Cortes Constituyentes. Obtienen la mayoría los republicanos y socialistas, poniendo de manifiesto el fracaso de Alcalá Zamora y Maura de crear una derecha republicana importante. La Constitución fue elaborada por una comisión presidida por el socialista y catedrático de Derecho Penal Jiménez de Asúa. El texto definitivo fue aprobado el 9 de diciembre de 1931, con ningún voto en contra, pero con 89 ausencias. En cuanto a sus características, destaca su gran extensión y detallismo; era muy avanzada para la época, con un importante contenido social y un acentuado carácter progresista y democrático. Definía el régimen como una “República democrática de Trabajadores de toda clase”. Reconocía el derecho a solicitar Estatutos de Autonomía, aunque dentro de un “Estado integral”. El poder legislativo residía en las Cortes, representadas por una sola cámara; el poder ejecutivo residía en el gobierno (formado por los ministros y el presidente del gobierno) y en el presidente de la República (jefe de Estado); el poder judicial residía en unos jueces independientes. Se crearon dos nuevos órganos: el Tribunal de Garantías Constitucionales y la Diputación Permanente de las Cortes. Definía el Estado como aconfesional y laico. Reconocía el sufragio universal para mayores de 23 años y para ambos sexos, por primera vez en la historia de España. Contaba con una amplia declaración de derechos: libertad de culto, de expresión, reunión y asociación, de residencia y circulación, inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia, el matrimonio civil y el derecho al divorcio. Aunque salvaguardaba la propiedad privada, la subordina a los intereses de la economía nacional. La constitución tuvo influencias de otros textos democráticos de la época, como el de la constitución alemana de Weimar (1919), por su sentido democrático, y la austriaca (1920) y mexicana (1917), por su carácter social. El problema fue que muchos de sus artículos suscitaron debate y desacuerdo, ya que no representaba los intereses y la forma de pensar de todas las ideologías y partidos políticos del momento, en especial de la España más conservadora y tradicional. Sus redactores y quienes la aprobaron eran de una ideología mayoritariamente progresista y de izquierdas, siendo probablemente la constitución más avanzada y progresista de la historia de España.
Práctica 5
a) ¿A qué etapa histórica se refiere el texto anterior?
A la sublevación militar del 17 de julio de 1936 en la zona española de Marruecos, que posteriormente daría lugar a la Guerra Civil española. El manifiesto fue escrito el 17 de julio de 1936 en Tetuán, lugar donde se encontraban las tropas de Franco, provocando el estallido de la Guerra Civil española.
b) Resuma sus ideas principales.
En las primeras líneas del texto, el general Franco intenta movilizar en apoyo a la sublevación a militares y a todos los sectores de la población; “patriotas” preocupados por la deriva anárquica que la República tomaba a partir del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. A su vez, Franco detalla ese “vergonzoso espectáculo” que el país está ofreciendo al mundo: anarquía, desorden, revueltas, tiros de pistolas; en suma, enfrentamiento violento entre las clases populares y las clases altas y medias. Finalmente, el futuro generalísimo destaca otro aspecto muy inquietante, y es el hecho de que las autoridades de la República se ven no solo desbordadas por la situación de desorden público, sino que en ocasiones dirigen las propias revueltas.
c) Explique el golpe militar y qué territorios apoyaron a cada bando.
El rechazo al triunfo electoral del Frente Popular en febrero de 1936, por parte de buena parte del Ejército y de las fuerzas políticas de derecha, hace que estos se decidieran por un golpe de Estado que acabara con las reformas de la República de forma definitiva. El general Mola, director del golpe en Navarra, desechó cualquier acción inmediata sobre Madrid y preparó una sublevación militar simultánea en diferentes guarniciones adictas. Pretendía un golpe rápido. El asesinato de Calvo Sotelo aceleró los planes de los golpistas y dio el pretexto perfecto para la insurrección militar. La sublevación se inició el 17 de julio en la zona española de Marruecos, donde llegó inmediatamente el general Franco desde Canarias para ponerse al mando del levantamiento. Al día siguiente, el 18 de julio, se extendió por el resto del país. La sublevación es apoyada en las regiones de ideología predominantemente conservadora y la España rural (Navarra, Castilla y León, y Galicia) y también domina las principales ciudades de Andalucía occidental y Zaragoza. La zona fiel a la República coincide con las principales ciudades, las regiones más industrializadas o ricas en minería y aquellas regiones donde las fuerzas obreras y de la izquierda tenían más peso: Madrid, Barcelona, Cornisa Cantábrica, Levante, Andalucía Oriental y parte de Extremadura. De este modo, lo que había empezado por ser un golpe de Estado se transformó en una sangrienta y larga Guerra Civil que duraría casi tres años.
Práctica 8
a) ¿A qué etapa de la historia se refiere el texto anterior?
Se refiere a la etapa de la historia de la Guerra Civil española, ya que este texto está redactado por Francisco Franco el 19 de abril de 1937. Este Decreto de Unificación fue una de las medidas políticas adoptadas en el ya considerado bando franquista, tras la designación del general Franco como jefe del Gobierno del Estado el 1 de octubre de 1936.
b) Resuma las ideas principales.
La ley se emite para unificar las distintas fuerzas políticas que han participado en la sublevación contra la República Española. La idea es clara, siguiendo la lógica fascista y militarista: hay que agrupar a todas las fuerzas políticas bajo una única jerarquía. Es la idea del partido único que ya había establecido Mussolini en Italia y Hitler en Alemania. Dicha organización debía servir de mediadora entre el pueblo y las élites dirigentes, teniendo como objetivo encuadrar y organizar a las masas para la consecución de los objetivos propuestos. Dichos propósitos aparecen recogidos en el decreto, en la justificación del artículo primero. En el texto se plantea la necesidad de iniciar la construcción de un nuevo régimen en cuanto se alcance la victoria: dicho proceso aparece definido en el texto como «Revolución Nacional». El nuevo Estado parece construirse sobre la fusión de los valores más tradicionales de la sociedad española, encarnados por los carlistas (el tradicionalismo), y los nuevos conceptos ideológicos creados en la época de entreguerras y que se aglutinan bajo la denominación de fascismo, conceptos defendidos y recogidos por Falange Española, grupo político dirigido por José Antonio Primo de Rivera, que trataba de realizar un fascismo «a la española» y al que se sumaron especialmente jóvenes. Los carlistas habían protagonizado a lo largo del siglo XIX la oposición al sistema liberal, defendiendo posturas ultracatólicas y antiliberales, desde el autodenominado «tradicionalismo». A la hora de realizar acciones bélicas se organizaban en unidades llamadas «requetés», que serán una importante ayuda para los militares sublevados en julio en el llamado «alzamiento nacional», especialmente en Navarra. Siguiendo el proceso de unificación de mando y concentración de poder que se había iniciado en el otoño del 36, Franco pone bajo su autoridad directa el nuevo partido, FET de las JONS, (al que preferirá referirse como «Movimiento Nacional»), creando la jerarquía organizativa que lo estructurará en los siguientes cuarenta años.
c) Explique la evolución política de la España franquista durante la Guerra Civil.
En las zonas geográficas dominadas por los sublevados se impone un régimen militar férreo. Se lleva a cabo una brutal represión dirigida por el Estado sobre todos aquellos sospechosos de izquierdismo (García Lorca, Companys o el general Batet). Aunque Mola era el director del golpe militar y este debía ser luego comandado por Sanjurjo, ambos mueren en accidentes de aviación, lo que deja a Franco como líder indiscutible del golpe. Todos los poderes recaen en la Junta de Defensa Nacional, que decide concentrar el poder en un mando único, nombrando a Franco jefe de Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos el 1 de septiembre de 1936. Buscando una mayor cohesión, Franco acaba con la rivalidad entre tradicionalistas y falangistas mediante el Decreto de Unificación de abril de 1937 y crea un único partido denominado FET y de las JONS. La Iglesia tomará partido a favor del «Nuevo Estado», y en 1937 una carta pastoral colectiva del episcopado español daba a la guerra «carácter de cruzada». En enero de 1938, poco después de formar gobierno, Franco fue proclamado Caudillo. El nuevo Estado suprime todas las medidas de la República: los sindicatos y partidos políticos se prohíben, la reforma agraria fue abolida y la Iglesia recuperó su influencia y protagonismo en la enseñanza.