España y la Política Agrícola Común (PAC): Integración, Adaptación y Repercusiones Sectoriales
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España y la Política Agrícola Común (PAC)
El Proceso de Adhesión y el Período Transitorio
El Tratado de Adhesión firmado por España para su ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE) estableció un período transitorio fundamental para la adaptación del sector agrario español. Durante esta etapa, la mayoría de los productos quedaron sometidos a un régimen de transición de siete años. El objetivo principal era lograr una paulatina aproximación de los precios y de las ayudas que se otorgaban en España a los que regían en la CEE.
Para los sectores españoles considerados más dinámicos y competitivos, como frutas, hortalizas y materias grasas, se implementó un «régimen específico» de mayor duración. Esta medida buscaba retardar la competencia que la libre circulación de estos productos podría suponer para los agricultores de otros países mediterráneos comunitarios.
Aspectos Clave de la Adaptación a la PAC
La adaptación del sector agrario español a la Política Agrícola Común se manifestó en varios aspectos cruciales:
- Se produjo una paulatina aproximación de los precios, dado que los precios españoles eran, en general, más bajos que los comunitarios.
- España tuvo que adoptar íntegramente el sistema arancelario que regulaba los intercambios comerciales con terceros países. Conjuntamente, se estableció el principio de preferencia comunitaria. Este principio implicó una reorientación de las importaciones españolas hacia Europa, en detrimento de abastecedores tradicionales como Estados Unidos y Latinoamérica.
- Hubo una convergencia en las ayudas concedidas a las producciones agrarias por los organismos oficiales. Esto se materializó bien por la desaparición de ayudas españolas que eran incompatibles con las de la CEE, bien mediante una auténtica aproximación progresiva a lo largo del período transitorio.
Integración Plena y Beneficios para el Campo Español
Desde 1996, España se encuentra plenamente integrada en la PAC. En términos generales, se puede afirmar que el ingreso de nuestro país en la Unión Europea (UE) ha resultado beneficioso para el campo español. Entre los aspectos positivos de esta integración destacan:
- La incorporación a un mercado de alto poder adquisitivo que demanda activamente los productos españoles.
- Las ayudas financieras procedentes de los Fondos Estructurales y de los programas LEADER. Estas ayudas han sido cruciales para el desarrollo rural, elevando la competitividad del sector agrario e incrementando el nivel de rentas del campo.
Las producciones que más se han beneficiado de esta integración son aquellas en las que Europa presenta un déficit. Por otro lado, las producciones excedentarias dentro de la Unión se han visto afectadas por el establecimiento de un sistema de cuotas, lo que ha implicado una significativa reconversión en algunos sectores.
Impacto Territorial de la Integración en la PAC
Desde una perspectiva territorial, el impacto de la PAC no ha sido uniforme en toda España:
- Las regiones más beneficiadas han sido aquellas especializadas en la agricultura intensiva de productos hortofrutícolas. Entre ellas se encuentran la Comunidad Valenciana, La Rioja, Murcia y el litoral mediterráneo andaluz.
- Por el contrario, las regiones más perjudicadas han sido Galicia, Asturias y Cantabria, cuyas economías agrarias presentaban una fuerte dependencia del sector lechero, afectado por las políticas de cuotas.