España en el Primer Tercio del Siglo XX: Modernismo, Generación del 98 y Teatro
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España en el Primer Tercio del Siglo XX
Contexto Histórico y Político
En el primer tercio del siglo XX, las grandes potencias europeas y Estados Unidos compartían el poder en Europa y en vastos territorios coloniales en África y Asia. En España, a inicios del siglo (1902), reinaba Alfonso XIII. La evolución política de la época se caracterizó por la necesidad de los gobiernos de reformar el sistema político y mejorar la economía.
El Modernismo
El Modernismo surge a finales del siglo XIX en Hispanoamérica. Se caracteriza por la presencia de elementos decorativos y ornamentales, la exaltación de la imaginación y la fantasía como reacción al realismo del siglo XIX, y el énfasis en el arte de los sentidos, especialmente la vista.
La Generación del 98
La Generación del 98 recibe su nombre por el llamado Desastre del 98, la pérdida de las últimas colonias de ultramar. Los principales temas que preocupan a los autores de esta generación son el problema de España, su atraso, su identidad y su futuro.
El Modernismo y la Generación del 98 en la Poesía
Antonio Machado (1875-1939)
En sus inicios, Antonio Machado se acerca al Modernismo, aunque muy pronto se identifica con la ética y la estética de la Generación del 98. Su lenguaje literario es sencillo, pero también de gran intensidad. En sus versos se pueden apreciar reflexiones muy profundas sobre el hombre, la vida, la muerte y el tiempo. El tema de España ocupa un gran número de poemas, en los cuales hace una visión crítica de sus vicios ancestrales.
- Soledades, Galerías, Otros Poemas: con influencia modernista.
- Campos de Castilla: refleja el atraso y el inmovilismo de España.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Las obras de juventud de Juan Ramón Jiménez son modernistas, pero en realidad pertenecen a la Generación del 14 o Novecentismo.
La Novela de la Generación del 98
Los novelistas de la Generación del 98 se interesan por el mundo interior de sus personajes y por cómo los hechos externos les afectan. También se presentan varios puntos de vista para exponer opiniones sobre un mismo hecho. El lenguaje es sencillo pero muy elaborado, hasta ser verdaderos poemas en prosa, como en los fragmentos de Azorín.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
En sus ensayos, Unamuno expone sus preocupaciones existenciales en un lenguaje cercano al lector. Su obra más conocida es Del sentimiento trágico de la vida. En sus novelas, expone conflictos existenciales más que personajes. Él mismo denominó a sus novelas "nivolas". Algunas de sus obras más importantes son: San Manuel Bueno, mártir, Niebla y La tía Tula.
José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967)
Su lenguaje literario se caracteriza por las oraciones cortas y un vocabulario riquísimo y minucioso. Sus primeras novelas son autobiográficas, como La voluntad.
Pío Baroja (1872-1956)
Gran novelista de la Generación del 98, su pensamiento es muy crítico con la sociedad. En sus obras se puede apreciar la creación de personajes solitarios e inadaptados que quieren cambiar el mundo, pero acaban siendo vencidos por la sociedad y por sus propios conflictos. Algunas de sus obras más importantes son: La busca, El árbol de la ciencia y Camino de perfección.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Valle-Inclán cultivó la narrativa, el teatro y la poesía lírica.
El Teatro de Valle-Inclán
En el teatro de Valle-Inclán se pueden observar dos etapas. La segunda etapa se caracteriza por la creación del esperpento. Con el esperpento, Valle-Inclán quiere reflejar la crudeza de la España de la época, deformando la realidad con la intención de provocar en el espectador el horror y la risa a la vez. Su obra más representativa del esperpento es Luces de bohemia, en la que un ciego, en su última noche, recorre varios espacios representativos de la decadencia.