España en el Siglo XIX: De Carlos IV a la Constitución de 1812

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El Reinado de Carlos IV y la Sombra de la Revolución Francesa

El siglo XIX español se inicia con el reinado de Carlos IV, cuya política exterior estuvo profundamente marcada por la Revolución Francesa de 1789. Uno de sus ministros, Floridablanca, implementó una política conocida como el "Cordón sanitario", que implicaba el cierre de los Pirineos para evitar la propagación de ideas revolucionarias en España.

A pesar de estos esfuerzos, el avance de la revolución en Francia parecía inevitable. En un intento desesperado, Carlos IV envió al ejército español para combatir a los revolucionarios franceses, pero las tropas españolas fueron derrotadas en la batalla de los Pirineos y los franceses invadieron el Rosellón. La única solución viable fue firmar la paz con Francia. Sin embargo, la figura de Godoy, quien se convirtió en la mano derecha del rey, marcaría profundamente el reinado de Carlos IV.

La Era Napoleónica y la Invasión Francesa

En Francia, Napoleón Bonaparte había consolidado su poder y declarado un bloqueo continental contra Inglaterra, considerándolo la única forma de debilitar a su principal enemigo. Portugal, aliado de Gran Bretaña, incumplió el bloqueo, lo que llevó a Francia a declarar la guerra y a la necesidad de atravesar territorio español para invadir Portugal.

Carlos IV y Napoleón firmaron el Tratado de Fontainebleau, en el cual, a cambio de permitir el paso de las tropas francesas, Napoleón se comprometía a repartir el territorio portugués: él se quedaría con el norte, Carlos IV con la zona centro y Godoy sería nombrado príncipe del Algarve. Las tropas francesas cruzaron los Pirineos y avanzaron por España hasta tomar Madrid. El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación francesa, dando inicio a la Guerra de la Independencia.

El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona

Ante la situación, la familia real intentó huir, pero fue descubierta, lo que provocó el Motín de Aranjuez. Carlos IV fue obligado a abdicar y su hijo, Fernando VII, asumió el poder. Aprovechando esta coyuntura, Napoleón convocó a Fernando VII y a Carlos IV a Bayona, donde, tras un tenso encuentro, se firmaron las Abdicaciones de Bayona, que resultaron en la cesión de la corona española a José Bonaparte, hermano de Napoleón.

La Guerra de la Independencia (1808-1814)

La Guerra de la Independencia se extendió desde 1808 hasta 1814 y se puede dividir en tres etapas:

  • Primera etapa: Los españoles, organizados en guerrillas, lograron frenar el avance del ejército francés, que sufrió derrotas significativas como la Batalla de Bailén.
  • Segunda etapa: Napoleón, desconfiando de la estrategia de su hermano, se trasladó a la península para dirigir personalmente la guerra, lo que permitió a los franceses recuperar posiciones.
  • Tercera etapa: Los españoles, con la ayuda de los ingleses bajo el mando del duque de Wellington, lograron derrotar a los franceses.

La guerra finalizó con la firma del Tratado de Valencay en 1814, que restauró la corona de España a Fernando VII.

La Constitución de 1812

En el contexto de la Guerra de la Independencia, se elaboró la primera Constitución española, promulgada en 1812 en Cádiz. Esta constitución, de carácter liberal, se convirtió en un símbolo de la lucha contra la ocupación francesa y en un referente para el constitucionalismo español posterior.

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