España en el Siglo XIX: Reformas, Liberalismo y Conflictos Dinásticos

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Reformas y Contexto Político en la España del Siglo XIX

Durante este periodo, se llevaron a cabo importantes cambios en la administración del Estado, de gran calado y con un impacto duradero. Entre ellos, destacan:

  • Creación del Consejo de Ministros.
  • Promulgación del Código de Comercio.
  • Creación del Banco de San Fernando.
  • Fundación de la Bolsa de Comercio en Madrid.
  • Creación del Ministerio de Fomento.

El Reinado de José I Bonaparte

Los franceses intentaron instaurar en España un nuevo sistema político basado en el liberalismo. Esto quedó plasmado en el Estatuto de Bayona, en el que todos los poderes estaban concentrados en el rey. Existían tres órganos principales: el Senado, el Consejo de Estado y las Cortes. La gran novedad de este estatuto fue la inclusión de una especie de declaración de derechos y una serie de reformas de carácter liberal.

El rey José I, hermano de Napoleón, llegó con el objetivo de poner en marcha estos proyectos, pero su subordinación a Napoleón era absoluta. La propaganda patriótica le dio una mala imagen, a pesar de ser una persona inteligente y preparada para gobernar. Sin embargo, él era consciente de los escasos apoyos con los que contaba (los afrancesados). Intentó apoyarse en los Ilustrados españoles, pero pronto se percató de que carecía de autonomía de gobierno. Tras la derrota en Vitoria en 1813, tuvo que abandonar España.

Los Pronunciamientos Liberales contra Fernando VII

Tras el Decreto del 4 de mayo de 1814, los liberales tuvieron que pasar a la clandestinidad y recurrieron a golpes insurreccionales, conocidos como pronunciamientos, apoyándose en los sectores liberales del ejército. Cabe destacar que, dada la debilidad de la burguesía y el tradicionalismo de las clases populares, la defensa del liberalismo frente al absolutismo recayó en sectores del ejército que habían visto facilitada su entrada y ascenso gracias a la guerra contra los franceses.

Hasta 1820, la mayoría de estos intentos pagaron con la vida de sus protagonistas. Sin embargo, el Coronel Rafael del Riego, en Las Cabezas de San Juan, a punto de ser embarcado para reprimir la revuelta en América, protagonizó un pronunciamiento que obligó a Fernando VII a restablecer la Constitución de Cádiz de 1812, dando origen al Trienio Liberal.

El Problema de la Sucesión de Fernando VII

El rey quería asegurar su sucesión, pues carecía de descendencia directa. Por ello, un mes antes de anunciar el embarazo de su esposa, María Cristina de Borbón, firmó la Pragmática Sanción de 1789, que abolía la Ley Sálica y permitía gobernar a las mujeres, asegurándose así que su futura descendencia pudiera sucederle, independientemente de su sexo. En octubre de 1830 nació Isabel, la futura Isabel II.

Sin embargo, existía un sector de la sociedad que no apoyaba a Isabel: los partidarios del hermano del rey, Carlos María Isidro, conocidos como los carlistas. Durante el verano de 1832, y con el rey gravemente enfermo, tuvieron lugar los Sucesos de La Granja, donde los absolutistas y carlistas obligaron a un convaleciente Fernando VII a abolir la Pragmática de 1789. Tras su recuperación, el propio rey revocó dicho documento y dejó como heredera a su hija Isabel.

Fernando VII falleció y su hija Isabel fue proclamada reina con tan solo dos años. A partir de este momento, comenzó una guerra civil que enfrentaría a carlistas e isabelinos, es decir, a los partidarios del Antiguo Régimen y a los liberales.

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