Especies Fósiles Clave en la Evolución Humana: Un Recorrido por los Homínidos
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Ficha 7
Identifica todas las especies fósiles que permitieron reconstruir el camino de la evolución humana.
El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homínidos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc.
Las especies de las que se habla en el artículo son: Sahelanthropus tchadensis, Ardipithecus ramidus, Australopithecus afarensis, Homo ergaster, Homo georgicus, Homo erectus, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis, Homo sapiens.
Caracteriza cada una de ellas:
1) Sahelanthropus tchadensis
Vivió en el centro de África alrededor de 6 millones de años atrás. Pudo ser uno de los iniciadores del linaje que se diferencia del chimpancé y al que pertenecemos los humanos. Se cree que el Sahelanthropus podía andar en 2 pies y se sabe que sus caninos eran más parecidos a incisivos que a colmillos, lo cual lo convierte en el homínido más antiguo conocido hasta el momento. El Sahelanthropus estaría situado en una de las ramas iniciales del árbol del que formamos parte los humanos. Pero eso no significa que haya sido un ancestro directo nuestro.
2) Ardipithecus ramidus
Vivió en una zona boscosa del este de África hace unos 4,4 millones de años. Probablemente pasaba mucho tiempo en los árboles, por lo que se movilizaba en 4 patas. Pero ciertas características de su esqueleto indican que caminaba erguido sobre sus piernas cuando iba por el suelo. Su altura aproximada era de 1,20 metros y su pequeño cerebro (de unos 350 cm3 de volumen) era muy similar al de un chimpancé actual. Su dieta era esencialmente vegetariana.
3) Australopithecus afarensis
Surgió hace 4 millones de años. Tuvo una vida seguramente muy difícil, a pesar de lo cual logró sobrevivir durante casi 1 millón de años. Si bien su alimentación era principalmente vegetariana, debido a verse obligado a bajar de los árboles y caminar para buscar alimento en la sabana. Allí, pudo haberse alimentado de oleaginosas ricas en ácidos grasos y también de huevos y de reptiles pequeños, como las lagartijas.