Esperpento y Posguerra: Un Recorrido por Luces de Bohemia y Nada en la Literatura Española
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La Revolución del Esperpento: Luces de bohemia de Valle-Inclán
Cuando Ramón María del Valle-Inclán publica Luces de bohemia, es consciente de que se trata de una obra que aburrirá a muchos espectadores y ofenderá a los demás. El público de principios del siglo XX acudía entusiasmado a ver obras históricas de exagerados versos modernistas, sainetes castizos y comedias de salón, pero difícilmente disfrutaría con un esperpento. Por eso, la obra se publicó primero en el semanario España, en 1920, por entregas, y no tuvo una versión definitiva hasta 1924. Por esta razón, Valle escribe acotaciones más propias del narrador de una novela que del dramaturgo: porque sabe que su obra calará más en los lectores que en los espectadores. Y Valle tenía razón: Luces de bohemia se estrenaría antes en francés que en español y no llegaría a los teatros españoles hasta 1970. Sin embargo, hoy levanta pasiones, hasta el punto de que, desde 1998, muchos de sus admiradores se juntan una noche cada año para recorrer el mismo itinerario que Max Estrella siguió el día de su muerte.
Un Descenso a los Infiernos Madrileños
Luces de bohemia relata un descenso a los infiernos. Como si se tratara de una parodia de la Divina Comedia de Dante, Max Estrella y su supuesto amigo, Don Latino de Hispalis, van a disfrutar de todos los ambientes de la noche madrileña y de todos sus personajes. Estos incluyen:
- El bar
- El policía municipal arrogante
- El café
- El borracho
- La calle
- El ministro
- La celda
- El poeta modernista
Y todo va a aparecer desde su mirada esperpéntica.
¿Qué es el Esperpento?
En la escena XII de esta obra, la primera que Valle calificó como tal, tenemos la explicación. El esperpento es una deformación voluntaria de la realidad que sirve para comprenderla mejor. Valle opina que una realidad tan absurda como la española, que supone una deformación de la cultura europea, solo puede mostrarse con lucidez empleando una estética deformante. Cuando el espectador se pone de rodillas ante el personaje surge la tragedia; cuando se pone de frente, surge el drama; cuando mira a un personaje arrodillado, surge la comedia; y cuando las tres perspectivas se superponen, nace el esperpento.
El espectador contempla a un Max arrodillado porque, en el fondo, se trata de un ser ridículo, que se esconde en su intelectualidad, pero no consigue dar de comer a su familia, ni imponerse al viejo librero que lo estafa, ni adivinar la hipócrita maldad de Don Latino. Así que nos encontramos con un personaje que es a la vez admirable y ridículo, con una obra que nos produce, a la vez, ganas de reír y ganas de llorar, con la poesía y la miseria dándose un abrazo.
Max Estrella: El Quijote de la Bohemia
Valle-Inclán ha mirado la España de su época en los espejos del Callejón del Gato y nos ha regalado un nuevo modo de comprender el mundo. Max Estrella es el Quijote de la bohemia: un hombre fracasado que decide convertir su vida en literatura, pero se estrella con una sociedad en la que el saber no ocupa lugar, porque nadie lo desea ni lo premia, y los sabios o los talentosos son condenados al ostracismo. Pero el fracaso de Max es el triunfo del esperpento: un nuevo género que, según Valle, fue inventado por Goya, y que nos brinda un modo de enfrentarnos a la realidad doloroso, pero lúcido. Y es también nuestro triunfo, porque ahora podemos disfrutar de una obra excelente y nos hemos quedado con expresiones tan hilarantes como "Max, no te pongas estupendo" o "Cráneo privilegiado".
Nada de Carmen Laforet: Un Retrato de la Posguerra Española
Nada, de Carmen Laforet, es una novela publicada en 1944, en plena posguerra española. Con esta obra, la autora ganó el prestigioso Premio Nadal, consolidándose como una de las novelas más representativas de la época.
Contexto Histórico y Literario
La historia se sitúa en un contexto marcado por la dictadura franquista, la censura, la miseria y la opresión social, especialmente para las mujeres, quienes vieron anulados los derechos adquiridos durante la Segunda República. Bajo el régimen, las mujeres fueron relegadas al ámbito doméstico y sometidas a un modelo tradicionalista que limitaba su educación y participación en la vida pública.
Desde el punto de vista literario, la novela aparece en un momento en el que muchos intelectuales se habían exiliado por temor a represalias. La literatura de la época se dividía entre obras que exaltaban el régimen y aquellas que, de manera indirecta, reflejaban la dureza del contexto social. En este clima surgen tendencias como el tremendismo, con La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela, y el existencialismo, presente en Memorias de Leticia Valle (1945) de Rosa Chacel y en Nada de Carmen Laforet. Estas novelas se centran en los conflictos internos de los personajes, desarraigados y marcados por la incertidumbre, en lugar de abordar de manera directa las problemáticas sociales.
Temas y Personajes Centrales
La protagonista de Nada, Andrea, simboliza el tránsito de la juventud a la adultez en una Barcelona de posguerra marcada por la miseria. Su familia, con miembros desequilibrados y atrapados en sus propias frustraciones, ha sido interpretada como una metáfora de la España de la época. En la novela predominan temas como:
- La pobreza económica y moral
- La represión
- La violencia (presente en la relación entre los tíos y en el maltrato a Gloria)
- La deslealtad (infidelidades y traiciones)
- La hipocresía en las relaciones personales
Desde el inicio, se aprecia el contraste entre la ilusión de Andrea al llegar a la ciudad y la desilusión que sufre al convivir con su familia en la calle Aribau. Su único refugio es la Universidad y su relación con Ena y su familia, aunque al final todo parece quedar en nada, reflejando el vacío existencial de la protagonista.
Estructura y Estilo Narrativo
Narrada en primera persona por Andrea, la novela sigue una estructura tradicional con:
- Planteamiento: Su llegada a Barcelona y primeras impresiones.
- Nudo: Las tensas relaciones con su familia y amigos.
- Desenlace: La historia de Román y su decisión de marcharse a Madrid.
La narración es lineal, pero incorpora saltos en el tiempo mediante analepsis (flashbacks) y prolepsis. El estilo de Laforet combina un lenguaje poético-lírico en la narración con un tono coloquial en los diálogos. Emplea recursos como la metáfora, el símil, la sinestesia y la animalización en la descripción de los personajes. Nada se destaca por su profundidad psicológica y su exploración del desencanto y la frustración, convirtiéndose en la obra más representativa de la narrativa española de posguerra en los años 40.