El esplendor de la arquitectura griega: de los megarones a los templos

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El Megarón: Origen de la Arquitectura Griega

Su aportación más importante y singular será el Megarón, auténtico centro neurálgico de todo el recinto. Se trata de una habitación rectangular con una doble función, política y religiosa, al servir como salón del trono y lugar de culto. Su mayor aportación es su solución arquitectónica, que servirá de antecedente al futuro templo griego.

El Templo Clásico

De hecho, el templo griego (expresión más característica de su arquitectura) está concebido para ser visto desde fuera e importa menos su configuración interior. Se dice por ello que es una arquitectura de "valores escultóricos". Aunque esto es cierto, la arquitectura griega ofrece creaciones formidables, sin olvidar que la aportación de sus órdenes característicos ha tenido un papel esencial en toda la arquitectura posterior.

Será a partir del siglo VII a. C. cuando se generaliza la construcción de su edificio más representativo: el templo. ¿Por qué el templo? Porque la organización política en polis, con su carácter popular, dificulta la construcción de palacios, mientras que los templos son reflejo de una religión común.

Características Generales

El templo clásico se define por su armonía constructiva. En efecto, la arquitectura griega será número, proporción y equilibrio, ideales todos ellos de belleza, según la concepción racional y ordenada de la sensibilidad griega.

De esta necesidad de armonizar los elementos arquitectónicos surgen los órdenes clásicos (dórico, jónico y corintio). Que son soluciones armónicas entre lo arquitectónico y lo decorativo, que marcan el módulo de proporcionalidad de esta arquitectura, así como su evolución histórica.

La arquitectura griega hace suya también una verdadera obsesión por la perfección técnica de sus obras. Ésta se manifiesta en múltiples aspectos de la construcción de sus edificios, pero sobre todo en el perfecto acabado de sus muros, conseguido al ajustar los sillares sin argamasa y sujetos por medio de clavijas denominadas colas de milano. Con posterioridad, las hiladas se pulían para completar el acabado.

En su construcción, se tienen en cuenta además una serie de reajustes ópticos, con el fin de alcanzar un escuadramiento de la obra en su conjunto igualmente perfecto. De esta manera, se arquean ligeramente tanto los arquitrabes como los estilóbatos, ya que el ojo humano tiende a combar ligeramente las líneas horizontales. La sensación visual es así de absoluta rectitud. Del mismo modo, las columnas de los extremos se acercan algo más que el resto a sus respectivas compañeras, ya que es en ellas donde la luz incide con más fuerza, lo que les resta nitidez, que de esta forma se recupera gracias al juego de sombras. Estas mismas columnas se inclinan ligeramente en talud para conseguir también de esta forma la máxima verticalidad.

Por último, puede hablarse en términos generales de la arquitectura griega como anticolosal, en lo que se diferencia de las grandes construcciones de la Antigüedad.

Características Formales

En cuanto a los aspectos formales que en general pueden considerarse en un templo griego, destacan los siguientes:

  • Presenta una planta rectangular y uniforme que evoluciona muy poco a lo largo del tiempo.
  • El templo se suele localizar en un lugar aislado y sagrado (Temenos) al que se accede por unas puertas monumentales o Propíleos.
  • Todo templo se asienta sobre un basamento escalonado o Crepidoma que realza y distingue al edificio sobre el terreno.
  • Al interior, la construcción se divide en tres salas:

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