El Establecimiento del Régimen Liberal en España (1833-1874): Carlismo y Partidos Políticos

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La Difícil Implantación del Régimen Liberal (1833-1874)

La etapa que abarca el Reinado de Isabel II (1833-1868) y el Sexenio Revolucionario (1869-1874) se inició con una dilatada guerra entre carlistas y liberales, marcando la consolidación del nuevo sistema político.

El Carlismo: Conflicto Dinástico e Ideológico

La Primera Guerra Carlista fue más que un enfrentamiento dinástico; se trató de un conflicto entre dos visiones de país:

  • Liberales (Isabelinos): Apoyaron la causa de Isabel II y veían la oportunidad de volver a la Constitución de 1812. Eran partidarios de la modernización del país.
  • Carlistas: Partidarios del Antiguo Régimen, representados por Don Carlos, hermano de Fernando VII.

Apoyos Sociales

Los apoyos de ambos bandos reflejaban la división social e ideológica de la época:

  • Liberales: Contaron con el apoyo de la burguesía, una parte de la nobleza fiel a Isabel II, el ejército y las clases populares.
  • Carlistas: Estuvieron secundados por parte del clero, la vieja nobleza aristócrata, el campesinado y los artesanos de regiones específicas (País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón y Valencia).

Aunque la derrota militar del carlismo fue un hecho, esta ideología no supuso su extinción, ya que reapareció a lo largo del siglo XIX.

Los Principios Fundamentales del Carlismo

Los principios “sagrados” del carlismo se resumen en el lema: Dios, Patria, Rey y Fueros.

Dios:
Afirmaban que Iglesia y Estado debían ir unidos. La religión católica era fundamental y única.
Patria:
Acusaban a los liberales de importar una ideología extranjera, defendiendo posturas profundamente tradicionales.
Rey:
Consideraban la monarquía como sagrada e indiscutible, cuyo poder no podría ser limitado por una constitución.
Fueros:
En el País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón y Valencia tuvo especial importancia la defensa de las leyes que se conservaban desde la Edad Media, frente al centralismo de los liberales. Gracias a los fueros, estos territorios poseían leyes propias y distintas al resto del país.

Cronología de las Guerras Carlistas

  • 1ª Guerra Carlista: 1833-1839
  • 2ª Guerra Carlista: 1846-1849
  • 3ª Guerra Carlista: 1872-1876

El Sistema de Partidos: Moderados y Progresistas

La instauración del Liberalismo trajo consigo la existencia de órganos representativos, y los partidos se convirtieron en los pilares de las instituciones. Sin embargo, no podemos equiparar estos partidos a los actuales, ya que eran más bien una agrupación de personalidades alrededor de algún notable, sin programas políticos rigurosamente elaborados.

Los Moderados (Oligarquía Liberal)

Los moderados representaban a la oligarquía del liberalismo: terratenientes, alto clero, altos mandos militares, la vieja nobleza e intelectuales conservadores. Sus principales postulados eran:

  • Defensa de la Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, otorgando amplias atribuciones al monarca.
  • Parlamento con dos Cámaras.
  • Estado Confesional (catolicismo).
  • Limitación del derecho a voto mediante el Sufragio Censitario (muy restringido).
  • Restricción de los derechos inalienables, sobre todo los colectivos (libertad de prensa, reunión y asociación).
  • Prácticas económicas tendentes al proteccionismo.

Los Progresistas (Exaltados)

Los progresistas, que representaban principalmente a la burguesía, se mostraban más reacios a la acumulación de poder real y al mantenimiento de los privilegios de la Iglesia Católica. Sus principios incluían:

  • Defensa del principio de Soberanía Nacional (aunque con límites).
  • Defensa de los derechos individuales y colectivos.
  • Mantenimiento del Sufragio Censitario (aunque con la intención de ampliarlo).
  • Favorable a la reforma agraria y al fin de la influencia eclesial.
  • Ideas económicas tendentes al librecambismo.

Estos dos partidos se alternaron en el poder durante todo el reinado de Isabel II, si bien los moderados ostentaron el poder durante la mayor parte del tiempo.

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