La Estética del Cuerpo en la Pintura y Escultura (1780-1850): De la Apariencia Rococó al Desnudo Heroico

La Representación del Cuerpo en la Transición Clásico-Contemporánea

El tema aborda cómo la representación del cuerpo en el mundo contemporáneo no siempre mantiene el papel de perfección que tuvo en el mundo clásico.

1. La Liberación del Cuerpo en Torno a 1800: Apariencia y Estética

Alrededor de 1800, la cuestión de la apariencia cobró gran importancia. Cada época desarrolló su propia estética corporal, donde los valores se centraban en mostrar lo que uno era para reflejar su consideración social. Las imágenes nos sirven como testimonio de este cambio.

Goya y la Ironía de la Apariencia

A través de las imágenes de Goya, observamos que el poder del cuerpo reside a menudo más en los trajes que en la figura misma. En el retrato del Conde de Altamira (1786), es el color rojo intenso y los bordados dorados de su vestimenta lo que lo convierten en una figura poderosa. Goya, sin embargo, ironiza sobre esta apariencia superficial.

Transformación Estética Masculina y Femenina

Se inicia un proceso de transformación en el papel del cuerpo:

• Retratos Masculinos: Goya introduce una nueva estética que remite a los modelos de la escultura clásica. Bajo la apariencia de la moda del momento, los cuerpos se vuelven mucho más estilizados.
• Retratos Femeninos: Inicialmente, el cuerpo se modelaba con corsés que oprimían el pecho y faldas abombadas que impedían ver las piernas. Posteriormente, se produce una liberación del cuerpo femenino que Goya plasma en cuadros como la Condesa de Chinchón o la Marquesa de Lazán, donde las mujeres adoptan la moda francesa.

Este es el momento en que el pecho femenino adquiere un gran poder visual. Se comienza a mostrar la piel de la mujer como una superficie continua. En retratos privados, esta liberación es mucho más evidente. El retrato de la Marquesa de Santa Cruz ilustra este mayor grado de emancipación. Para subrayar el atractivo del pecho, Goya incluso coloca un rizo que cae sobre él.

Las Majas de Goya son obras de claro contenido erótico. La figura echada, mirando al espectador, evoca la idea del deseo (como se observa en las dos Majas del Palacio de Godoy).

2. El Desnudo Heroico Masculino y el Redescubrimiento Clásico (Finales del Siglo XVIII)

A finales del siglo XVIII se produce un nuevo descubrimiento y mitificación del mundo griego. Esta fascinación e idealización sirvió de fundamento para el desnudo heroico.

Mímesis y Perfección Clásica

Imágenes como el Perseo de Antonio Canova o el Apolo de Belvedere revelan la importancia de la mímesis: la perfección es clásica y el objetivo es copiar ese modelo. Los héroes antiguos se integran así en el mundo estético moderno.

El Estudio de la Anatomía en las Bellas Artes

Una consecuencia directa de este enfoque fue la obligatoriedad del estudio de la anatomía en las escuelas de Bellas Artes. La formación artística a partir del siglo XVIII requería un conocimiento profundo del cuerpo, comparable al de los médicos.

El cuadro de Zoffany recrea una clase de anatomía en la Royal Academy, donde aparecen tres elementos didácticos fundamentales:

1. El esqueleto: Representa la fuerza y la articulación del cuerpo.
2. El “despellejado” (o figura anatómica): Permite visualizar la disposición de los músculos.
3. El modelo al natural.

3. El Desnudo Femenino como Arquetipo de Belleza Ideal

En este periodo se enfatiza la importancia del cuerpo en abstracto. Ingres, por ejemplo, utiliza en ocasiones rostros abstractos en sus figuras. En su cuadro Rogelio y Angélica, se ilustra cómo la idea de la belleza femenina idealizada conduce al deseo masculino.