Estética y Lenguaje del Esperpento en la Obra de Valle-Inclán
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El Esperpento en *Luces de Bohemia*
***Luces de Bohemia*** es la primera obra a la que Valle-Inclán da el nombre de "esperpento". Es el protagonista quien habla. Parte de esta afirmación: «Nuestra tragedia no es una tragedia». La tragedia es un género demasiado noble para el panorama que le rodea: «España es una deformación grotesca de la civilización europea». Por eso, «el sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada». Y así, de la imposibilidad de la tragedia surge el **esperpento**.
La índole de esa estética deformante es ilustrada con la referencia a los espejos cóncavos que decoraban la fachada de un comercio. Valle, en una entrevista de 1928, decía que «hay tres modos de ver el mundo artística o estéticamente: de rodillas, en pie o levantado en el aire». Sintetizando, diremos que, cuando el autor mira desde abajo, la realidad aparece enaltecida y los personajes se ven como héroes superiores (así, en la epopeya o en la tragedia clásicas). Si se mira al mismo nivel, los personajes son como «nuestros hermanos» (así, en Shakespeare). Por último, si los miramos desde arriba, resultarán como muñecos o peleles: «Los dioses se convierten en personajes de sainete» (esta manera, «muy española», es la que reconoce, por ejemplo, en Quevedo). Y concluye: «Esta consideración es la que me movió a dar un cambio en mi literatura y a escribir los esperpentos».
El dramaturgo Buero Vallejo ha propuesto oportunas matizaciones a tales asertos. Para él, el esperpento de Valle «no es absoluto». Algunos críticos han señalado un entronque entre la **estética esperpéntica** y el **expresionismo europeo**. Valle se situaría, así, en una línea de ruptura con el realismo que llevan a cabo las vanguardias del momento. Junto a ello, Zamora Vicente ha demostrado que, en ciertos aspectos, *Luces de Bohemia* arranca de una «literatura de arrabal»: un tipo de **sainete paródico**.
Arte y Lenguaje del Esperpento
La orientación estética general a que responde la «esperpentización» ya ha sido expuesta, sobre todo al comentar las tan citadas declaraciones de la escena XII. Tal orientación supone un repertorio de rasgos que ha sido establecido por Bermejo y por Álvarez.
Características del Esperpento:
- **Deformación y distorsión de la realidad**: Como ejemplo, es muy significativo que un parque público con mujerzuelas se transforme en «parodia grotesca del jardín de Armida», en intencionada referencia a un modelo de épica culta, la *Jerusalén* de Tasso.
- **Degradación de los personajes**: Se manifiesta, entre otras cosas, por los frecuentes rasgos de animalización, cosificación o muñequización.
- **Empleo de contrastes**: Especialmente entre lo doloroso y lo grotesco. En este sentido, la cima sería el velatorio de Max.
- **Humor mordaz y risa agria**: Risa que, según un personaje, sirve a los españoles de consuelo «del hambre y de los malos gobernantes». Pero, para Valle, es más bien una forma de ataque demoledor.
El Lenguaje en *Luces de Bohemia*:
En cuanto al lenguaje, asombra su riqueza y la variedad de registros empleados. Los más diversos tonos y modalidades aparecen con fines ya caracterizadores de los personajes, ya al servicio de la parodia o de la intención crítica: el lenguaje pedante o cursi, el uso paródico de frases literarias, el empleo con semejante intención de expresiones formularias o administrativas.
Muy de notar es la distancia que, en el uso del habla popular, separa a Valle-Inclán de los saineteros al uso, tanto en autenticidad como en función dramática. Profundizar en todos estos aspectos de la «escritura» valleinclanesca no nos conduce sino a admirar más a cada momento su inmensa talla de **creador verbal**.