Estrategias Efectivas para el Manejo del Estrés: Técnicas de Relajación y Bienestar

Enviado por Denyn Crawford y clasificado en Psicología y Sociología

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El Estrés: Una Perspectiva General

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.

El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios, el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.

Técnicas para Reducir el Estrés

  • Aromaterapia

    Es una técnica oriental muy antigua, cuyo efecto es relajar. Consiste en utilizar aceites de hierbas y otras plantas aromáticas para que, aplicadas en el cuerpo, logren la relajación o el alivio de un dolor o trastorno.

  • Hipnoterapia

    (Sobre hipnosis y psicoterapia) 'Hipnotismo' e 'hipnosis' son términos aplicados a una forma única y compleja de conducta inusual, pero normal, que puede probablemente ser inducida en toda persona normal bajo condiciones adecuadas y también en personas que sufren diferentes tipos de anormalidades.

  • La Respiración

    Un control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por estas.

  • Abrazoterapia

    Parece increíble todo lo que puede curar, compensar, mejorar y prevenir un simple y amoroso abrazo. Está comprobado que el contacto físico, mucho más allá del contenido sexual, tiene poderes curativos y amplía nuestro bienestar emocional.

  • Humor

    El buen humor genera mayor productividad y disminuye el estrés.


  • El Masaje

    Cuando nuestros músculos se encuentran tensos o han sido sometidos a demasiado esfuerzo, acumulan sustancias de desecho que causan dolor, rigidez, e incluso, espasmos musculares.

  • Musicoterapia

    La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales. También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro.

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