Estrategias de Refuerzo Conductual en el Aula: Claves para Fomentar el Aprendizaje y la Disciplina

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El Refuerzo Positivo en el Ámbito Educativo

Para mejorar o fomentar una conducta, es fundamental reforzarla. El profesor puede hacer un gran uso de este principio reforzando las conductas positivas del alumno, es decir, aquellas que poseen un valor educativo. El refuerzo puede ser primario o secundario.

Los refuerzos primarios de tipo social, como los elogios del profesor o la simple atención que este presta al alumno, se convierten en reforzadores muy poderosos en el contexto educativo. El elogio, la alabanza o la atención del profesor hacia el alumno, más que la crítica, son instrumentos muy importantes con los que cuenta el docente para el fomento de conductas adecuadas.

Un ejemplo de la eficacia del empleo de la atención del profesor para el refuerzo de conductas del alumno lo ofrecen Madsen, Becker y Thomas (1968), quienes sometieron a estudiantes con conductas inapropiadas a un programa de modificación conductual. Este programa consistía en aplicar, de forma individual o combinada, un tratamiento basado en reglas de conducta claras, alabanza de conductas adecuadas e ignorancia de conductas perturbadoras. La mejora de las conductas inapropiadas se produjo cuando se aplicó una combinación de reglas claras de conducta, alabanza de conductas adecuadas e ignorancia de conductas inadecuadas o perturbadoras.

Es importante señalar, sin embargo, que la atención del profesor al alumno sin ninguno de los demás componentes del programa puede tener efectos negativos, llegando a fomentar la conducta inadecuada del estudiante (McAllister, Stachowiak, Baer y Conderman, 1969).

En términos generales, se puede establecer que el elogio o la simple atención del profesor hacia el alumno es un reforzador poderoso para el incremento de las conductas positivas. El profesor debe procurar ofrecer este tipo de reforzadores a todos los alumnos, ya que la ausencia de refuerzos positivos percibidos por determinados estudiantes puede interpretarse como un tipo de castigo por omisión de refuerzo positivo.

Combinación de Refuerzo Positivo y Negativo

El refuerzo negativo constituye otro procedimiento eficaz para el fomento de conductas adecuadas. El principio básico consiste en proporcionar una alternativa a los alumnos. Si se deja de realizar una conducta y se comienza a ejecutar otra, el alumno/a puede salir de una situación desagradable.

Casos como la amenaza a un alumno con no salir al recreo si no cesa su comportamiento inadecuado, o la posibilidad de suspender una asignatura si no estudia lo suficiente, son ejemplos claros de este tipo de procedimiento. El refuerzo negativo, que no debe confundirse con el castigo, ofrece una alternativa valiosa a este último.

Empleo del Principio de Premack

Según este principio, una conducta de frecuencia elevada (o más deseada) puede servir como reforzador de una conducta de baja frecuencia (o menos preferida) (Premack, 1965). En este caso, se emplea una conducta como reforzador y no un estímulo.

La condición para que este principio funcione es que la conducta de baja frecuencia deba realizarse antes que la de alta frecuencia o más preferida. Un ejemplo de la aplicación de este principio se observa cuando se le dice a un alumno: “Después de estudiar, puedes ir al cine”, o en el caso en que el profesor dice: “Cuando terminemos de aprender el tema, hablaremos de la película de ayer”.

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