Estructura y funciones de los tejidos dentales

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Esmalte

Constituye el tejido calcificado más duro del organismo humano. El 1,7 % está compuesto por materia orgánica (lípidos y proteínas, principalmente).

Posee una configuración especial que le permite absorber golpes o traumas sin quebrarse. Su elemento básico o unidad morfológica son los prismas adamantinos, que son formaciones poligonales de cristales de hidroxiapatita de calcio. Su superficie es lisa y brillante. Es traslúcido (difunde la luz blanca) y presenta un color blanco amarillento. Ocasionalmente puede tener coloraciones oscuras e incluso encontrarse veteado, como en la fluorosis. Se localiza recubriendo la corona de los dientes. Entre el esmalte y la dentina se sitúa la unión amelodentinaria, lugar donde se encuentran los ameloblastos.

Dentina

Composición química similar a la del hueso y es el menos duro de los tres tejidos duros que componen el diente. Se encuentra en la raíz de los dientes, recubriendo la dentina. Presenta mayor grosor apical y menor en el cuello dentario. Cuando hay más de una raíz, el cemento recubre cada una de ellas.

Proporciona el medio de unión del ligamento periodontal para el diente, gracias a unas células llamadas cementoblastos, con capacidad para producir cemento y reparar y fijar el diente al ligamento periodontal, por ejemplo, en respuesta a los movimientos fisiológicos durante la masticación.

Cemento

Es blanco amarillenta. Avascular. Más dura que el hueso. Se localiza por dentro del esmalte y del cemento. Tiene un sistema de túbulos o conductillos microscópicos que contienen en su interior una sustancia celular (prolongaciones protoplasmáticas de células cuyo núcleo se encuentra en la pulpa). Las células se denominan odontoblastos. Debido a esta circunstancia la dentina es muy sensible al tacto y a la temperatura. Los odontoblastos tienen la capacidad de producir dentina a lo largo de la vida del individuo, con el fin de reparar el diente. Existe dentina primaria, secundaria y terciaria, siendo esta última, también llamada de reparación, la que se ve en la caries.

Pulpa

Se sitúa en la cavidad pulpar que se encuentra en el interior de la dentina. Es un tejido conjuntivo laxo similar a la mayoría de los tejidos blandos del organismo. La superficie de la pulpa está recubierta por los odontoblastos, cuyas prolongaciones penetran en los conductillos de la dentina. Tienen que ver con la reacción ante las agresiones. Los vasos linfáticos y sanguíneos, así como los nervios, penetran en la pulpa a través de los orificios apicales.

Encía

Membrana mucosa de color rosáceo que recubre a las apófisis alveolares de los maxilares superiores y de la mandíbula, rodeando el cuello de los dientes a modo de collar. Cuando la encía rodea el cuello del diente, el epitelio forma una fijación al esmalte (unión epitelial), cercana al lugar en que el esmalte se une al cemento. Esta unión de un tejido blando con otro duro tiene importancia porque su debilitamiento, alterará la fijación del diente.

Ligamento periodontal

Sujeta la raíz del diente en su correspondiente alveolo dentario. Compuesto por tejido conjuntivo fibroso que permite un movimiento limitado. Un extremo del ligamento está embebido en el cemento y el otro se fija a la pared alveolar, a las raíces de los dientes adyacentes y a las encías. Si se altera el ligamento periodontal consecuencia de la destrucción de las fibras por las infecciones de las encías (periodontales) y de las raíces (apicales), se produce la caída del diente.

Alvéolos dentarios

En él se encuentran los alvéolos dentarios, tanto de la arcada superior como de la inferior. Sus paredes son tan delgadas que pueden ser fácilmente fracturables al extraer una pieza dentaria.

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