Estructura de la Personalidad según Freud: Consciente, Preconsciente, Inconsciente, Ello, Yo y Superyó
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Niveles de Conciencia: Consciente, Preconsciente e Inconsciente
Sigmund Freud propuso un modelo de la mente dividida en tres niveles de conciencia:
- Consciente: Es la parte de la mente que contiene aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular. Coincide con lo que entendemos comúnmente por "conciencia".
- Preconsciente: Se encuentra por debajo del nivel consciente. Incluye procesos psíquicos que, aunque no están en la conciencia en un momento dado, pueden ser traídos a la conciencia con relativa facilidad, como recuerdos recuperados.
- Inconsciente: Es la parte más profunda y menos accesible de la mente. Contiene todo aquello que ha sido reprimido y que no permitimos que llegue a la conciencia. Incluye impulsos, deseos y recuerdos inaccesibles a la conciencia.
Freud describió estos niveles como "topos" o lugares psíquicos. Solo una pequeña parte de los procesos psíquicos del Yo y del Superyó son conscientes; una gran parte es preconsciente. El Inconsciente alberga procesos del Ello y, en parte, del Yo y del Superyó, incluyendo mecanismos de defensa y contenido emocional reprimido.
Estructura de la Personalidad según Freud
Freud postuló que la personalidad se compone de tres estructuras o instancias:
Ello
Es la parte más primitiva e instintiva de la personalidad. Contiene todos los instintos básicos (como la libido y la agresión), las necesidades y los mecanismos inconscientes (por ejemplo, las represiones). El Ello opera según el principio del placer, buscando la satisfacción inmediata de los deseos. Pertenece al Inconsciente, aunque el Inconsciente también abarca partes del Yo y del Superyó.
Yo
Es la parte de la personalidad que se encarga de la relación con la realidad. El Yo explora el mundo exterior a través de la percepción, controla los movimientos, la memoria y la respuesta a los estímulos. Regula las pulsiones del Ello, equilibrando la búsqueda del placer y la evitación del displacer. Utiliza el pensamiento, la representación, el proyecto y el juicio para lograr sus objetivos.
Superyó
Representa las normas morales y los valores internalizados de los padres, la sociedad y la cultura. Se forma a través de la superación del complejo de Edipo, interiorizando las exigencias y prohibiciones. Su función es supervisar la conducta del Yo según estas normas (conciencia moral).
El Yo y el Superyó a menudo entran en conflicto. Si el Yo contradice al Superyó, surge el sentimiento de culpa; si el Yo se somete al Superyó, aparece el sentimiento de confirmación.